El funcionamiento del Centro de Salud de Sanabria colapsó ayer al quedarse sin teléfono y sin internet durante toda la mañana, una falta de comunicación que perjudicó la atención a los pacientes tanto de las consultas de Puebla, como del resto de consultorios dependientes del centro sanatorio.

Los ordenadores del centro recibieron un aviso de que se iba a interrumpir el servicio al poco de iniciarse la jornada de mañana y apenas un minuto después se bloqueó todo el sistema, según las explicaciones dadas a los pacientes que se desplazaron a sus respectivas consultas.

Las personas que ayer acudían al centro de salud esperaban ser tratados porque tenían cita previa concertada desde la semana pasada. Unos pacientes venían a revisión, otros habían pedido la consulta para recoger análisis y resultados de diferentes pruebas o acudían para el diagnóstico más común de las gripes. En todos los casos no se pudo acceder a los historiales de cada persona, que tuvieron que volver a sus casas sin resultados.

La interrupción del servicio telefónico impidió comunicarse con el exterior y recibir llamadas. En esta situación un vecino de Ribadelago pendiente de realizar una prueba de Rayos X se desplazó desde su pueblo, tras llamar insistentemente al centro y no poder contactar con la centralita, para llegar al centro de salud y ser informado de la incidencia. Tampoco tenían ayer servicio de radiología.

Además de las molestias a los pacientes, los trabajadores del centro de salud tampoco podían aprovechar la mañana para efectuar ningún trámite administrativo, ni siquiera comunicarse con la Consejería de Sanidad y el servicio Territorial de Zamora.

El alcalde de Puebla, José Fernández, y los representantes de la Alianza por la Unidad del Campo UPA-COAG, Pedro Fernández y José Manuel Soto, se encontraron con el problema al acercarse hasta el centro con motivo del llamamiento a la movilización por la sanidad pública.

De esa forma los manifestantes unían esa incidencia a la larga lista de agravios que les enfrenta a la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, a la que demandan, principalmente, la contratación de médicos y enfermeros suficientes para garantizar la atención digna en todos los pueblos de la Zona Básica de Salud.