Las obras de ampliación de la residencia de mayores de Villanueva del Campo, de titularidad municipal, entran en su fase final con la colocación del solado y el remate de la instalación eléctrica, y estarán entregadas en cuestión de semanas, según prevé el Ayuntamiento que preside Manuel Febrero López.

Estas obras tienen por objetivo dotar al centro de 12 nuevas plazas que se sumarán a las 52 ya existentes. Además, próximamente se adecuarán otros dos cuartos que no tienen uso en la actualidad, para convertirlos en habitaciones y llegar hasta las 66 camas, con el objetivo de dar respuesta a "la creciente demanda de usuarios teniendo en cuenta la población envejecida de la zona", según el regidor.

Por otra parte, el centro de mayores alberga también el club de jubilados y el comedor social, que gestiona la fundación benéfica San Rufino, y que por dos euros da de comer a varias decenas de jubilados que aún viven en sus propias casas, pero que así no se tienen que molestar en cocinar para alimentarse de forma saludable. En un municipio y en una comarca cuya media de edad es bastante elevada, la residencia de ancianos proporciona así "un servicio de gran utilidad pública".

Quizás por eso el nuevo impulso que se pretende dar a este servicio ha contado con una ayuda inesperada, y muy valiosa: una herencia legada al Ayuntamiento de Villanueva del Campo por parte de una vecina recientemente fallecida, Petra Quintana Ramos, con la condición expresa de que el dinero se invierta en la residencia de mayores de este pueblo. El patrimonio legado por esta mujer a los mayores de Villanueva consta de una vivienda, algunas tierras y algo de dinero en una cuenta bancaria. Para aprovecharlo, el Gobierno Municipal deberá subastar las propiedades que, una vez enajenadas, podrían aportar junto con el dinero del banco entre 70.000 y 80.000 euros que irían a parar directamente a mejorar la residencia.

Una buena parte de ese dinero se destinará a amueblar y equipar el edificio anejo que ahora se está terminando de construir, y a continuación se habilitará un jardín en una parcela contigua, para que los ancianos puedan pasear y sentarse al fresco en las tardes de buen tiempo. Dos inversiones que podrían superar los 46.000 euros en conjunto.

Además, ese inesperado "extra" permitirá al Ayuntamiento de Villanueva del Campo seguir mejorando la residencia de mayores mientras el dinero de las arcas municipales se dedica a otras necesidades del pueblo.

Preguntado por este diario, el alcalde ha confesado que uno de los proyectos más costosos que se pretenden abordar en 2019 es la rehabilitación del plantío, cuyos chopos están en muy mal estado. Una inversión que quizás haya que repartir entre dos anualidades.

En cuanto a las obras de ampliación de la residencia que ahora están a punto de acabar, han tenido un coste de 252.870 euros (IVA incluido) tras su adjudicación a la empresa Ingeniería Románica en un concurso al que presentaron sus ofertas cuatro compañías diferentes, con un precio de salida de 299.997 euros (IVA incluido). Las obras no cuentan con financiación de ninguna otra institución pública más allá del propio Ayuntamiento de Villanueva del Campo.

La generosidad de Petra Quintana Ramos con su pueblo no es un caso único en Villanueva. A principios del siglo XX, otro benefactor, bastante acaudalado, decidió dejar la mayor parte de su herencia a los colectivos necesitados de este pueblo: Fue Rufino Ovejero Gómez, que dejó unas 200 hectáreas de terreno agrícola en un pósito único, para que la gente necesitada y en edad de trabajar tuviera tierras que labrar y con las que ganarse la vida.

Ese patrimonio se convirtió en pósito de características únicas en toda España, en el que las tierras se alquilan a los jóvenes por un precio simbólico, y los beneficios de las rentas se invierten en obra social. Recientemente el pósito se reconvirtió en una fundación benéfica en cuya gestión participan todos los sectores sociales del municipio -jubilados, amas de casa, organizaciones agrarias- y que, entre otras cosas, subvenciona el comedor social para los mayores.