Evitar la típica tertulia sobre política después de cenar fue tarea imposible las pasadas navidades en las casas de Quintanilla del Monte, e incluso en el bar y en la vía pública, sobre todo después de que en este pueblo con apenas un centenar de habitantes algunas de sus calles fueran "rebautizadas"con el nombre de algún personaje de la actualidad más rabiosa, como Santiago Abascal o Franco.

En realidad, dedicar una calle al líder de la formación política de moda no fue idea del Ayuntamiento, sino de algún gracioso que imprimió hasta cinco carteles diferentes y se molestó en pegarlos sobre las placas reales. Así, una buena mañana los vecinos de Quintanilla se despertaron en un pueblo con una calle de Vox, una plaza del Caudillo, una calle de Manuel Fraga, una avenida de Francisco Franco y una calle del Presidente Santiago Abascal.

Aunque todo el mundo entendió la "inocentada" y nadie pensó que Abascal había entrado a caballo en el Congreso cual general Pavía y se había convertido en presidente de España de la noche a la mañana, la broma ocasionó opiniones encontradas. Mientras muchos reían y fotografiaban las falsas placas a otros no les hizo ninguna gracia esa banalización del franquismo y ver calles dedicadas al dictador y a un partido político -que insiste en que no es de extrema derecha ni franquista-. El debate no se quedó en el pueblo sino que de ahí saltó a las redes sociales, donde las fotografías de la calle del "presidente Abascal" fueron muy comentadas.

Al final, el que "pagó" la broma fue el alcalde, Miguel Barrero Toral, que tuvo que quitar los carteles él mismo, con la única ayuda de su hijo y una máquina agrícola de su propiedad. Sin embargo, el regidor, preguntado por este diario, cree que el tema no pasa de ser "una simple anécdota" y asegura que todas las calles han recuperado ya sus nombres de siempre. También afirma desconocer quién es el autor de la inocentada, aunque "no es un secreto porque más de un vecino pudo ver cómo las ponían".

Habrá que esperar hasta el mes de mayo para saber si las placas han tenido algún efecto propagandístico y si Vox multiplica su número de adeptos en este pueblo. En las anteriores elecciones europeas, en 2014, la candidatura de este partido cosechó un solo voto en Quintanilla del Monte.