Zamora sufre estos días una de las etapas más crudas del invierno. De hecho, durante las últimas madrugadas, la provincia ha estado en alerta amarilla por culpa de las fuertes heladas que están afectando a la práctica totalidad de los municipios.

El ganado no es ajeno a esta situación y también padece las inclemencias del tiempo. Uno de los perjuicios para los rebaños reside en las dificultades que encuentran los animales para beber agua en lugares como las lagunas, que se congelan durante la noche por el frío y que se ponen impracticables por la mañana, especialmente si se hallan en zona sombría.

En estas situaciones, los animales también se las ingenian para perforar el hielo y poder beber. Así sucedió esta mañana en Andavías, con la ganadería de Saúl José. Tras varios intentos, las ovejas optan por arrancar los juncos y aprovechar esos recovecos para llevarse algo de agua a la boca.

Los problemas con el frío seguirán durante este domingo. Se esperan temperaturas de hasta seis grados bajo cero en la noche posterior a Reyes.