2019 ha sido un año transcendental para Zamora, el más importante de las últimas cinco décadas. Por fin se detuvo la sangría demográfica y la provincia ha recuperado población, más de 3.000 personas. El plan especial aplicado tras lo que ocurrió en mayo ha funcionado. El abaratamiento de la energía eléctrica, debido al reconocimiento oficial de este territorio como generador de luz y área húmeda, unido al programa de transformación integral de materias primas, principalmente agropecuarias, han sido los grandes revulsivos que han incentivado la llegada de empresas foráneas y el desarrollo del primer plan industrial de la provincia.

Todo ha ocurrido en meses y se prevé que el crecimiento iniciado vaya concretándose en los próximos años. Zamora ha pasado de encabezar las listas de índices de desarrollo negativo de España a ser objeto de estudio mundial. La UE se ha volcado en ella y la ha convertido desde lo que pasó en mayo en modelo de zona vacía (menos de 16 habitantes por kilómetro cuadrado) con grandes posibilidades de desarrollo y crecimiento.

Los muchos estudios realizados no se explican cómo esta demarcación territorial llevaba más de dos décadas perdiendo una media de 3.000 habitantes cada año. Hay que destacar que la capital de la provincia en 2018 adelgazó su censo en más de 500 personas. Con todo lo que más extraña a los especialistas de la Comisión Europea es que el turismo no haya despegado todavía en Zamora teniendo las posibilidades que tiene: patrimonio cultural, espacios naturales y un modelo de vida rural que aún pervive y debería ser un libro abierto para el mundo. Pero están convencidos de que en poco tiempo esto también va a cambiar.

Que les voy a contar: todos ustedes saben lo que ocurrió en mayo, que en la jornada electoral donde se concentraron varios comicios solo fue a votar el 5% del censo provincial. Fue un aldabonazo y Zamora se convirtió en objeto de estudio de instituciones nacionales e internacionales. ¡Qué importante es, a veces, no hacer nada! Desde entonces nos han llovido las iniciativas, los incentivos y los planes de todo tipo. Zamora existe y, lo que es más importante, Zamora seguirá existiendo aún muchos años y en ella podrán vivir nuestros hijos y nietos.