La localidad de Pozuelo de Tábara volvió a vibrar ayer con la celebración de la mascarada de invierno del Tafarrón, una jornada festiva que como manda la ancestral tradición, coincidiendo con cada 26 de diciembre, San Esteban Protomártir, congrega a vecinos, emigrantes y foráneos en un ritual donde se mezclan los actos religiosos, paganos, sociales, humanos y lúdicos.

El Tafarrón es el más madrugador de las mascaradas de la provincia de Zamora pues sus celebraciones se inician en pleno otoño, la víspera de la Inmaculada Concepción, con la convidada a chocolatada y dulces. Antaño, cada 22 de diciembre, tras conseguir el permiso del alcalde, los mozos se iban al monte a cortar la encina para hacer y traer leña para la Casa de la Función: la lumbre daba calor y servía para preparar las comidas y cenas.

El día 25, Navidad, tuvo lugar la búsqueda de mozos y mozas para que se presentasen como "Entrantes", los cuales al segundo año del ciclo serán los Mayordomos y al tercero Tafarrón, Madama o Alcaldes. Este año la suerte acompañó y se presentaron dos chicos, Javier Clemente Ferrero y Rodrigo María Tomás; y dos chicas, María Menéndez Gago y Elena González Becerra. Por la noche se celebraron las tradicionales Vigilias en Latín.

Hombres y mujeres, niños, jóvenes y mayores, involucrados para mantener una tradición a la que la emigración, la muy escasa natalidad y la escasez de adolescentes y jóvenes amenaza con ponerla en peligro a corto plazo. Sin niños ni niñas no hay recambio generacional ni futuro. El joven Sergio Morais Díaz era el encargado de dar vida este año al histórico Tafarrón ataviado con su peculiar traje de pajas y su careta negra y roja, haciendo sonar las numerosas cencerras sujetas a la cintura. La noche de Navidad terminó en urgencias y ayer con urgencia tuvo que tomar el relevo Adrián García González que fuera Tafarrón en 2017.

Nacho Román Conquero fue quien representó a su compañera inseparable de viaje y andanzas: la Madama. Tras siglos de "Alcaldes" este año la fortuna quiso que hubiera dos "Alcaldesas": Nerea Carregal Salas y Alejandra Casado Herranz.

A lo largo de la mañana las Alcaldesas primero y Tafarrón y Madama después, recorrieron las casas del pueblo para "Dar los Días" y desear a las familias los "Buenos días tengan en el nombre del Hijo de Dios y de quienes ustedes deseen". Cada familia les agasaja con comida y bebida y les hace un donativo. En su recorrido van acompañados de la música tradicional de antaño de dulzainas y tamboriles.

Llegado el mediodía sonaron las campanas de la iglesia de San Juan Bautista y tuvo lugar uno de los momentos más emotivos de la mascarada: la procesión. Los Entrantes portaron a San Esteban Protomártir y Tafarrón y Madama fueron abriendo la comitiva con sus carreras y saltos delante de San Esteban ante el cual hicieron las "Venias". De regreso a la iglesia el Tafarrón, a la entrada, ofreció el agua bendita a todos los feligreses con su cazo. Luego, por primera y única vez entra en el templo, desprovisto de su traje, durante el Ofertorio, para recibir los presentes de los vecinos de Pozuelo. El niño ofrecido como signo de perpetuidad fue Mateo Román Clemente. Por la tarde tuvieron lugar las votaciones.

Hoy, San Juan de Navidad, será el tercer día de fiesta y hacia el mediodía tendrán lugar "Las Suertes" donde, manteniendo la costumbre, se elegirán mediante sorteo los personajes para el año 2019: Las alcaldesas son las encargadas de meter en un sombrero las papeletas de los Mayordomos actuales para elegir Tafarrón, Madama y Alcaldes.

Este año, finalmente de los cuatro Mayordomos, tres son mujeres, Aitane García Asenjo, Estefanía De la Mano González y Paula Román Conquero; y solo un varón: Diego Martín García.

Pozuelo de Tábara fue históricamente uno de los pueblos más importantes de toda la "Tierra de Tábara" y vivió su momento de mayor esplendor poblacional tras la Guerra Civil, más concretamente allá por el año 1940, al alcanzar los 531 habitantes.

Mientras en la mayoría de municipios la sangría poblacional comenzó en los años 60 del siglo XX, en Pozuelo lo hizo en la segunda mitad de los años 50 y en 1987 ya se había bajado a 328 habitantes: 165 hombres y 163 mujeres. En 2006 se bajaba de la barrera de los 200 para situarse en 196. En la actualidad el pueblo cuenta con solo 164 habitantes, 84 hombres y 80 mujeres, con una perdida anual de 8. De los vecinos 25 (12 hombres y 13 mujeres superan los 80 años) y solo 11 son menores de 20 años.

Según las estadísticas del INE en Pozuelo, de 196 vecinos solo 15 (8 mujeres y 7 hombres) han nacido en otros países: 7 en América (Colombia y Paraguay), 5 en África ( Marruecos) y 3 en Europa (Francia y Alemania).