Nuestra Señora la Virgen de arboles, así lo asevera la tradición, eligió un negrillo para su hierofanía ante las tropas cristianas en una batalla contra los moros en el "Fuerte de San Carlos" de Carbajales de Alba.

El ilustre sacerdote e historiador carbajalino Francisco Rodríguez Pascual aseguraba, que se trataba de un negrillo de alrededor de 15 metros de altura, solitario en la llanura, y con un tronco muy voluminoso, al que para abarcarlo hacían falta al menos cinco hombres con los brazos abiertos.

El "Negrillo del Fuerte" no es una leyenda: existió. Los ancestros carbajalinos le daban varios siglos de vida debido a su fortaleza. De lo que no hay duda es que él que fuera uno de los principales símbolos de Carbajales caía en un frío día de noviembre de 1955. Tras ello, desaparecido el llamado "Olmo Sagrado", al parecer varios vecinos intentaron plantar otros que le supliesen: pero llegó la grafiosis y ninguno de ellos logró sobrevivir.

Muchas familias carbajalinas guardan en sus casas un trozo de la madera del Olmo Sagrado. El corazón de plata de la Virgen de Arboles que se da a besar cada 8 de septiembre lleva tierra del fuerte de San Carlos y madera del negrillo.

Milagro en el año 1679

Uno de los milagros conocidos de la Virgen de Arboles tuvo lugar el día 3 de abril de 1679, fiesta de Santa Engracia, joven nacida en la portuguesa Braga y degollada junto al río Aliste en Carbajales. Ese día se hizo una procesión desde la iglesia de San Pedro hasta la ermita, sita en el lugar del martirio, promovida por "Los Agustinos" y cofradía de Santa Engracia. Al regresar la procesión con la Virgen de Arboles se aglomeró mucha gente en la torre del primitivo templo para dar la bienvenida y tocar las campanas. Fue entonces cuando el mozo Sebastián Alonso al voltear las campanas, salio despedido por el hueco de la torre desde una altura de ocho estados, unos catorce metros (el estado equivalía a la medida de un hombre). Mientras caía al suelo hacia una muerte segura se encomendó a la Virgen de Arboles y salio ileso.