"Al fin la familia puede descansar" confirmaban fuentes del entorno de José Antonio Martínez Bolos, el hombre de 72 años desaparecido el pasado 14 de noviembre cuando realizaba unas compras junto a su mujer, Verísima (natural de Cañizal) por las calles de Salamanca.

Ayer, hacia las diez de la mañana, un hombre localizaba el cuerpo en un pozo de la localidad salmantina de Pelabravo, a unos 14 kilómetros de la capital, y daba aviso al 112. Hasta el lugar se desplazaron los bomberos, Guardia Civil, una ambulancia del 112 y efectivos de la Policía Judicial de la Guardia Civil.

Pasado el mediodía el cadáver fue rescatado desde una profundidad de unos 3 metros "en avanzado estado de descomposición". La identificación de la ropa y algunos efectos personales ayudaron a confirmar que se trataba del hombre al que se buscaba desde hace más de un mes.

El rastro de José Antonio Martínez, con principio de alzheimer, se perdió hace poco más de un mes cuando paseaba con su esposa por la céntrica calle Azafranal de Salamanca. Tras una desesperada búsqueda de la familia por la zona se denunció la desaparición del anciano. Desde entonces, efectivos de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y de Protección Civil, así como numerosos ciudadanos voluntarios, llevaron a cabo labores de búsqueda del anciano, que se centraron en la ribera del Tormes.

En la capital zamorana también se difundieron carteles sobre la desaparición de José Antonio Martínez, natural de Teruel pero muy vinculado a Zamora, con la colaboración de familiares de Cañizal y personas allegadas en la comarca de La Guareña.