Las repoblaciones forestales iniciadas en las Tierras de Aliste allá por años 50 y 60 del pasado siglo XX por Patrimonio Forestal del Estado dieron lugar a los montes "Consorciados" y "Conveniados" que ahora sus propietarios, los ayuntamientos, están optando por cambiarlos a MUP (Montes de Utilidad Pública). Aunque hay pueblos donde los vecinos aún están en contra al creer que pierden la propiedad, algo que no es cierto, lo que si están calaras son las ventajas a la hora de repartir los beneficios de la producción maderera de dichos montes públicos.

La figura de Monte de Utilidad Pública trae consigo que los baremos oficiales a la hora de repartir los ingresos generados, muy en particular por la corta de madera de pino, sean mucho más beneficiosos para los propietarios: ayuntamientos y pueblos, pues se llevan el 85% de los beneficios. Con otra ventaja, el restante 15%, que va destinado a Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, revertirá en su totalidad al monte de su origen mediante el Plan de Mejoras en actuaciones como abrevaderos y caminos forestales. Por eso esta es la forma más ventajosa de catalogación desde la perspectiva de los pueblos y ayuntamientos.