La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Zamora ha difundido un comunicado pide el apoyo de las Administraciones públicas para los profesionales del campo que pueblan el mundo rural, en cuestiones como la puesta en marcha de granjas de cerdos, y les ruegan que "no sean rehenes de los dictados que quieren imponer urbanitas y domingueros".

Esta organización agraria reclama "sentido común y responsabilidad" a las administraciones locales, regional y central para que sus políticas impulsen la actividad económica bajo los parámetros legales que rigen en cada momento, "pero teniendo en cuenta la importantísima labor social y económica que desempeñan quienes viven los 365 días en los municipios pequeños y medianos". Recuerdan que el despoblamiento rural es el principal problema de una provincia como Zamora, donde los pueblos se quedan sin gente y donde, en muchos casos, el número de censados no se ajusta a la realidad oficial en cuanto a las personas que habitan a diario en esos núcleos rurales.

Por este motivo, UPA Zamora reclama a los ayuntamientos, a la Junta de Castilla y León y al Ministerio "actuaciones en defensa de lo rural" y reivindican "el trabajo y la labor que desempeñan quienes viven y generan economía en los pueblos los 365 días del año". En este sentido, reclaman a las autoridades políticas que "no hagan la vida imposible a los agricultores y ganaderos dejándose llevar por los dictados de urbanitas, domingueros y veraneantes que desean que su pueblo "no sufra", por ejemplo, del ruido de tractores cuando esporádicamente visitan algún núcleo rural".

En este sentido, el sindicato agrario exige a las administraciones "que apoyen y respalden cualquier proyecto de granja porcina que esté impulsada por un ganadero que quiera iniciar una actividad empresarial que permita sacar adelante a una familia". La organización también ve con buenos ojos la actividad económica que quiera desarrollar una empresa del sector porcino en la provincia "siempre y cuando las administraciones competentes le reclame un compromiso expreso, paralelo al de la producción, de instalar un matadero o sala de despiece que genere puestos de trabajo en el municipio donde se establezca". UPA considera que "las granjas porcinas pueden ser la tabla de salvación de jóvenes que deseen incorporarse al sector ajustándose a las escrupulosas, innumerables y exigentes normativas de bienestar animal, medioambientales, sanitarias y de todo tipo que hoy en día deben cumplir este tipo de explotaciones, con unos estrictos estándares de seguridad y trazabilidad que garantizan la sostenibilidad de todo el proceso productivo". Una vez más, recuerdan a los responsables políticos de todas las administraciones que la ganadería es ó puede ser fuente principal o complementaria de la renta de explotaciones familiares agrarias, que son las que fijan población en el medio rural dada su vinculación profesional y de manejo diario.