Miguel Terrón Manías es la clara y viva estampa del alistano de pura cepa, honesto y sencillo, sacrificado y trabajador. Nació en Latedo y fue feliz en la niñez y en la adolescencia, pero la vida le obligó a emigrar para ganarse el pan de cada día. Un viaje con retorno y la promesa de volver. Volvió, al jubilarse, y es alcalde pedáneo. Mañana Latedo vivirá la fiesta del pan y del aceite

-- ¿Qué significó y significa para usted nacer, crecer y vivir en una tierra cómo Aliste?

-- Lo que seguramente para todos los alistanos y alistanas. Una de las mejores cosas de mi vida porque Aliste es una tierra humilde pero a la vez un paraíso de buenas y acogedoras gentes. El alistano y la alistana, no se hace, nace y se quede a vivir en su pueblo o tenga que emigrar al fin del mundo siempre lleva a su tierra y a sus paisanos en el corazón y la memoria. Dejar la tierra encerraba una mezcla entre la esperanza de progresar y la tragedia de dejar lo que más querías, familia y pueblo, llevándote como compañera la añoranza. Cuando estabas lejos y llegaba al soledad y la tristeza el recuerdo te ayudaba a llevar la desesperanza a miles de kilómetros.

-- ¿Cómo se produce su experiencia personal de "hijo pródigo" nacido de la necesidad?

--Aquí en Aliste la historia de cada familia era la misma. La ganadería escasa, la tierra pobre, daban poco y éramos muchos a comer. En Latedo tuvimos la suerte que una familia se fue a Locarno, en Suiza, próxima a Italia, abriéndonos el camino a los demás. Yo recién cumplidos los 18 años.Una vez allí estaba obsesionado en aprender alemán y termine en Alemania y en Suiza. Finalmente regresé y me asenté en Madrid donde trabajé durante 45 años como empresarios de bares, discotecas y restaurantes. Siempre lo tuve muy claro, al jubilarme regresaría, y aquí estoy: muy feliz y contento.

-- ¿Cómo ve el fenómeno de la despoblación rural quien tuvo que ir a buscarse la vida?

--La esperanza nunca se pierde, todos queremos y deseamos lo mejor para el medio rural y más aun para Aliste, pero soy realista y creo que esto ya tiene difícil solución. En la mayoría de los pueblos solo quedamos jubilados y la mayoría ya muy mayores, niños no quedan, los jóvenes son pocos y se van porque aquí n o tiene trabajo y sin trabajo no hay futuro. El problema en Aliste no es la falta de gente porque gente habíamos y mucha, pero nos tuvimos que ir para sobrevivir. Esa es la triste realidad y las medidas habría que haberlas tomado en los años setenta y ochenta cuando comenzó la sangría despoblacional. Yo tengo 69 años. Las matemáticas son una ciencia exacta: cuando yo nací en Latedo habíamos 236 habitantes y hoy solo quedamos 42.

-- Al mal tiempo, buena cara. Por lo menos estar orgullosos de los valores y las tradiciones, mantenerlas, no perderlas.

--Estamos y debemos estar siempre orgullosos de lo que tenemos, ya sea poco o mucho, porque es lo nuestro, lo que nos dio la vida. En Latedo tenemos muy claro todos, hombres y mujeres, niños, jóvenes y mayores, que debemos de preservar los oficios y las tradiciones porque recordar nuestra infancia y juventud nos lleva de retorno a tiempos duros, pero felices, pero también porque queremos trasmitirlas a las nuevas generaciones.

-- Ustedes, los vecinos de Latedo, de eso no hay duda alguna, practicáis con el ejemplo. Obras so amores.

--Así es. Nuestra primera gran apuesta fue restaurar y recuperar La Lagar, luego seguimos con el molino harinero y finalmente el horno de pan de la Tía Emilia. Todos unidos, los vecinos hemos sido los artífices poniendo la voluntad y el trabajo, siendo muy importante el apoyo del Ayuntamiento de Trabazos al que pertenecemos con su alcalde Javier Faúndez Domínguez y sus concejales. El esfuerzo, lo tenemos claro, ha merecido la pena.

- Recuperar lo material es difícil pero posible. Quizás devolverle la vida es luego lo más complicado ¿O no?

--Fácil no es pero imposible casi no hay nada. Para ello contamos el sábado con las XIV Jornadas de Producción Artesanal del Aceite de Oliva y la Elaboración de Pan Alistano en Horno Tradicional. para el sábado invitamos a todos a venir a Latedo a participar y a disfrutar junto con nosotros de dos oficios antaño imprescindibles en la vida rural alistana y hoy al borde de la extinción. El aceite solo la elaboramos nosotros y el pan casero esta a punto de desaparecer cuando antiguamente en cada casa había un horno. No solo podrán ver como se elabora y como se amasa el pan y el aceite sino que al final podrán degustar las tostadas untadas con aceite del día de Latedo y miel alistana. Todo un manjar que estoy seguro va a cautivar tanto a los niños como jóvenes y mayores.

-- ¿Qué ha de hacer quien quiera ver elaborar aceite tradicional alistana?

--Venirse a Latedo. No cobramos nada. Es gratuito. La Lagar abrirá su puertas hacia las 10 horas e iniciará todo el proceso de elaboración de la aceite a las 13. Primero hay que moler la aceituna. Ya por la tarde a partir de las 16 horas los asistentes pueden incluso participar con nosotros en el proceso. del aceite que recogeremos tres horas después y gratificaremos a todos con una convidada a las tradicionales tostadas de pan artesanado tradicional untadas con nuestro magnifico y sabroso aceite de oliva y miel pura de tierras de Aliste.

-- ¿Que otras actividades nos recomienda en Latedo?

--Sobre las 11 comenzaremos a elaborar el pan alistano en el Horno de la Tía Emilia. Creo que es muy interesante que los niños vean y aprendan que el pan que ahora solo ven en casa, antaño en los pueblos llevaba mucho trabajo. También a las 12.30 vamos a proyectar dos magníficos documentales obra de Carlos Blanco Fernández, de Latedo, y de Ber nardo Calvo Brioso.