La comarca de Alistesufrió el pasado fin de semana el mayor robo de castañas de su historia en un año en que el preciado fruto de los bosques se ha convertido en un oscuro objeto de deseo debido a su escasez y a los altos precios que ha mantenido durante toda la campaña.

El robo se perpetró en la nave de un pueblo alistano perteneciente al municipio alistano de Rábano, donde una familia dedicada a la castañicultura las almacenaba. De allí se llevaron, presuntamente, más de toneladas de castañas de primera, al parecer debidamente seleccionadas (las más grandes que había) listas ya para vender, cuyo valor en el mercado se situaría como mínimo en 4.000 euros.

La Guardia Civil ya tiene conocimiento de los hechos acaecidos y las Fuerzas de Seguridad del Estado estrecharán la vigilancia en los pueblos alistanos y las carreteras para evitar más robos. Los vecinos creen que su sola presencia puede disuadir a los ladrones. Todo apunta a que el robo se habría producido de madrugada dado que una persona estuvo hasta muy tarde trabajando en la selección de las castañas con vistas a llevarlas al mercado. Cuando regreso al día siguiente, las castañas ya no estaban.

Este no ha sido el único ocurrido en la Raya en los últimos días. En la aldea portuguesa de Parada (Concelho de Braganza), cercana a la frontera con el municipio de Trabazos, fue asaltado el almacén de Guilhermino Pradao, un conocido comerciante que compra el producto a los castañicultores para luego venderlo en Portugal, España e Italia. Según la denuncia presentada ante la Guarda Nacional Republicana le fueron sustraidas entre tres y cuatro toneladas valoradas en unos 8.000 euros.

En un pueblo alistano un matrimonio de jubilados fue a apañar de mañana sus castañas acompañados por otros cuatro jubilados y lograron llenar 5 sacos. Los dejaron en el castañar. Por la tarde iría el nieto, que estaba de caza, a buscarlas con su todoterreno. Y fue, pero los cinco sacos con las castañas, unos 225 kilos, valorados en 550 euros, habían desaparecido. Ni rastro. Alguien hizo el día sin esfuerzo alguno para tristeza de los abuelos.

Así mismo la Guardia Civil investiga el robo en una vivienda del municipio rayano de Trabazos donde, entre otras cosas, se habrían llevado el dinero obtenido sólo unas horas antes por la venta de sus castañas. El robo se produjo a plena luz del día y de ello tomó nota la Policía Judicial de la Guardia Civil.

Castañicultores alistanos llevan varios años anunciando el robo continuado de castañas en los propios castañares: "La castañas se han convertido en un producto de lujo y muy caro, lo cual lleva a muchos a dedicarse a coger castañas en fincas ajenas. Hay gente que viene, aparca el coche y se pone a apañar como si fuera suya la finca. Las setas hay que buscarlas, las castañas no, son fáciles de ver y de coger. Si vienen cuatro personas en poco rato te coge seis sacos, pesan mucho y por cada saco pueden sacar 300 euros».

Si bien el robo en pleno campo es una cosa asumida, lo que no se esperaba ni por asomo es que fueran a robarse las castañas ya recogidas o en las casas el dinero que se ha obtenido por su venta.

Empresarios e intermediarios que trabajan en la comarca de Aliste y la región lusa de Tras Os Montes en Portugal mostraban ayer su preocupación y pedían el incremento de la vigilancia de la Guardia Civil y Policía Nacional en España y de la Guarda Nacional Republicana en Portugal.

"En Tras Os Montes y Aliste nos conocemos todos y todos saben donde vivimos y donde guardamos las castañas, un producto caro y fácil de vender, por lo cual no es de extrañar que a medida que la campaña vaya terminando y el producto vaya a menos pueda haber mas robos. Es un secreto a voces que se está manejando mucho dinero en metálico y eso atrae a los malhechores» sentencia un intermediario de Tras Os Montes: «Las matemáticas no engañan, yo en mi camión hay días que puedo llevar 10 toneladas con un valor de 20.000 euros. Más, pues yo las tengo que vender más caras para ganar algo. Si me lo roban me arruinan. Antes venía yo solo, ahora traigo a la mujer o a un amigo, para que siempre haya alguien en la cabina del camión, porque sino no puedes ni parar a comer, igual entras al restaurante y cuando sales, te han marchado con todo, con el camión y las castañas». Los pueblos mayores productores de castañas son rayanos con Portugal con varios accesos secundarios difícil de controlar.