La expansión del lobo en Zamora y en la comunidad castellano-leonesa va al alza en los últimos años, contabilizándose ya 199 manadas, 50 en Zamora que puden sumar 270 ejemplares. La mayor presencia del legendario predador queda puesta de manifiesto en la ocupación de nuevas cuadrículas en las que se ha estructurado la provincia (156), adentrándose en territorios en los que parecía inexistente, como el Parque Natural de Arribes del Duero, en municipios como Fermoselle, Villar del Buey, Fariza y en términos ribereños de Pinilla, Fornillos, Mámoles y Cozcurrita.

"Es incuestionable que el estado de conservación del lobo en Castilla y León es hoy favorable, a tenor de que todos los lobos del noroeste de Iberia forman parte de una única población biológica que tiene un carácter continuo, que el hábitat disponible para la especie no ha sufrido disminución o se ha deteriorado en los últimos años y que no se observa una amenaza previsible en las condiciones que aseguran su presencia y el mantenimiento de su población a largo plazo". Es la conclusión que recoge el capítulo dedicado a la "evolución de la población y estado de conservación" con el que finaliza el libro "Lobos. Población de Castilla y León. Situación en España", de Mario Sáenz de Buruaga, editado por "Rimpego".

La publicación detalla el censo realizado sobre la especie, en los años 2012 y 2013, en cuyo trabajo de campo participó todo el personal de la Guardería Medioambiental y celadores de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, más técnicos y científicos de la Consultora de Recursos Naturales. Unas 700 personas. Y las actualiza con las aportaciones del programa Infolobo, un banco nutrido de continua aportación de datos.

El seguimiento potscenso realizado entre 2014 y 2017, precisamente mediante Infolobo, ha dado como resultado "más de veinte nuevas manadas". Además confirma cada año del orden de 90-110 manadas de las 179 determinadas por el censo; detecta la reproducción de 50-70 de las manadas y ofrece "nuevos datos de cría para manadas del censo cuya reproducción no pudo ser confirmada durante el bienio 2012-2013, incrementándose ahora ese porcentaje por encima del 90%".

Conforme a los mapas representados en el libro, en la provincia de Zamora se dio "una pérdida significativa en la zona suroccidental", al sur del Duero y en la zona sayaguesa desde al año 2007 al 2013. En concreto el lobo ganó "habitación" en cuatro cuadrículas del territorio zamorano pero desapareció de nueve. Sin embargo, los últimos datos recabados a través de la Plataforma informática, denominada Infolobo, en el año 2017 el lobo se da por presente en todo el Parque Natural de Arribes del Duero y solo en cuatro cuadrículas no está presente, en tres de ellas por haber desaparecido.

"Infolobo es un enorme y denso banco de datos recabados, esencialmente, por agentes medioambientales y celadores, sobre todo avistamientos, pero también de daños a la ganadería y de mortalidad (por captura legal y los derivados de ingresos de ejemplares en los Centros de Recepción y Recuperación de Animales Silvestres ubicados en Valladolid, Burgos, Segovia, Salamanca y Zamora)". Esta plataforma puesta en marcha por la Junta de Castilla y León, con el apoyo técnico de la Consultora de Recursos Naturales, S. L.,"incluye más de 3.000 avistamientos desde que se iniciaran los trabajos de censo en el año 2012, así como 400 capturas fotográficas (fototrampeo), 150 escuchas de aullidos y unos 2.400 indicios (excrementos, rascaduras, rastros de huellas, restos de alimentación y presas silvestres". Esto viene a añadirse "a los más de 13.000 indicios registrados en los itinerarios del censo 2012-2013, y la información derivada de los daños a la ganadería y el seguimiento de la mortalidad".

"Bien puede decirse que la información que viene realizándose en los últimos años, mediante la aplicación Infolobo, está permitiendo que el bando de datos tenga una robustez incontestable" expresa Sáenz de Buruaga en el "propósito" del libro.

El autor defiende una cierta privacidad de los datos, dentro de la exhaustividad ofrecida en el libro, porque "hacer público un seguimiento tan minucioso como el que deriva de Infolobo podría implicar, entre otros, poner en riesgo a muchas manadas de la región". En su criterio, "una cosa es informar de la situación poblacional y de su evolución", e indica que "publicitar datos sensibles para cualquier especie es una irresponsabilidad, hacerlo con el lobo supone, además, promover una vulnerabilidad mayor que la que ya tiene, dado el especial marco social en el que se desenvuelve".

El censo del lobo destacó por el número de participantes (700), pero también por la estructura y el trabajo realizado. Para Zamora se diseñaron un total de 424 itinerarios y se recorrieron más de 6.500 kilómetros. Se contabilizaron un total de 2.344 excrementos, 163 raspaduras y 940 huellas. Durante la etapa censal hubo 754 avistamientos de lobo y 33 por fototrampeo.

El resultado del censo realizado en los años 2012-2013 deparó el resultado de 179 manadas de lobo: 54 León, 45 Zamora, 29 Palencia, 17 Burgos, 11 Valladolid, 10 Segovia, 6 Ávila, 4 Soria y 3 Salamanca. En 2017 se contabilizan 199. Uno de los aspectos más elogiados es el referido a la reproducción de las manadas. Mario Sáenz de Buruaga avanza que se está trabajando en una publicación más centrada en "la gestión y daños del lobo", que ha quedado fuera del presente libro.