La mayoría de los pacientes mayores desconocen el nombre de los medicamentos que toman y los identifican principalmente por el color y la forma, este es uno de los datos significativos recogido por el colegio de Farmacéuticos de Zamora, que desarrolla una campaña de información sobre el uso correcto de los medicamentos. El 61% de los pacientes no sabe hasta cuánto tiene que tomar los medicamentos, el 60% no reconoce al medicamento que toma por su nombre y el 30% no sabe si tiene que tomar alguna precaución.

Los expertos recordaron que los medicamentos son los recursos más baratos del sistema sanitario, junto con el agua potable y las vacunas. De ahí que sea necesario hacer un uso correcto de los medicamentos en su doble función como prevención y curación.

A partir del mes de febrero, la nueva normativa y precintado de los medicamentos va a complicar la labor de los propios farmacéuticos para resolver las dudas de estos pacientes que no saben el nombre de sus medicamentos. La mayoría de las personas mayores están polimedicadas.

El presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos, Juan Prieto, y la vocal de Dermofarmacia y farmacéutica de Mombuey, Teresa Ares, dieron una charla a los vecinos de Lubián, el pasado martes, dentro del programa "El uso de los medicamentos y su conservación" en colaboración con la Diputación Provincial. La nueva normativa de trasposición europea viene a frenar la falsificación de medicamentos en Europa, aunque en España este problema es mínimo por el tipo de gestión que se hace de la dispensación de medicamentos, bajo supervisión médica y con control farmacéutico.

En primer lugar los representantes del Colegio de Farmacéuticos explicaron qué son los medicamentos y sus funciones para curar, aliviar, controlar y prevenir enfermedades y dolencias.

Antes del usar los fármacos, los pacientes tienen que saber para qué sirven, cómo y cuándo tomarlos, y cada cuanto tiempo, y si hay interacción con otros fármacos o alimentos. Este tipo de información es el que facilitan los médicos -quienes prescriben su uso- y los farmacéuticos como expertos en medicamentos. El mejor fármaco "es ineficaz si se hace un uso incorrecto" precisó Juan Prieto.

Los medicamentos constan de un principio activo y excipientes, estos últimos son productos añadidos que no tienen ninguna actividad. Las vías de administración son digestiva, tópica, inhalatoria y parental.

Las consecuencias clínicas de un mal uso son enfermedades que no remiten, falta de efecto, intoxicaciones, resistencias a los antibióticos e ingresos hospitalarios. Las consecuencias económicas son el gasto farmacéutico, además del gasto hospitalario.

Las pautas para administrar los medicamentos son los horarios de toma, no saltarse ninguna dosis, no dejar de tomarlos excepto por indicación expresa de su médico, ni tomarlos con alcohol. En el caso de saltarse alguna toma no se debe administrar el doble de dosis y sí tomar lo más pronto posible el fármaco. Hay que seguir también las instrucciones sobre su administración, generalmente con agua y puntualmente con zumos para facilitar su absorción, como el caso del hierro con zumos que contengan vitamina C. Administrar también respetando si se hace antes, durante o después de las comidas y evitar además del alcohol, las bebidas gaseosas, y en ocasiones café o té.

Ante reacciones adversas hay que informar al médico o el farmacéutico como agente de farmacovigilancia. Las reacciones o efectos secundarios están descritos en el prospecto de los medicamentos. .Las interacciones con otros medicamentos, alimentos o plantas medicinales producen pérdida de eficacia o potenciación de los efectos. Como soluciones, siempre bajo prescripción médica, están el cambio de medicamentos, distanciar su administración o reducir la cantidad. El almacenamiento de los medicamentos es algo que se hace generalmente de manera incorrecta porque no se pueden guardar en lugares húmedos y con cambios de temperatura como son el baño y la cocina, de ahí que se almacenen siempre en sus envases originales, con el prospecto y en lugares secos y lejos de fuentes de calor. Hay medicamentos que específicamente se guardan en la nevera a una determinada temperatura. Los que no se usan deben ser entregados en el buzón Sigre que hay en los puntos de farmacia.