La plaga del nemátodo del pino está presente prácticamente en todo el territorio nacional de Portugal, y de este lado de la frontera también existen focos puntuales en las provincias de Cáceres y Salamanca y en el sur de Galicia. Evitar su entrada y expansión en Zamora a través de la frontera con el país luso es una preocupación de la Consejería de Medio Ambiente y de otras Administraciones Públicas.

De hecho la Unión Europea tiene prohibida la entrada de madera de coníferas precedentes de Portugal, así como el tránsito de mercancías sobre palets de madera de coníferas que no estén tratados.

Por ello se lleva una década haciendo controles en la frontera de Quintanilha y "monte del Pedroso" de Nuez, en el puente internacional sobre el río Manzanas que conecta la Autopista Trasmontana (portuguesa) y la Nacional 122 (española). Los controles son mensuales y participan tanto los agentes de Medio Ambiente como los de la Guardia Civil, devolviéndose a Portugal los vehículos que utilizan palets legales y sin tratar.