Aliste, paraíso de la producción micológica en la provincia de Zamora y en Castilla y León, se ha metido de lleno en una esperanzadora campaña micológica que aventura la recolección de un producto de buena calidad tras un nefasto 2017 en el que las setas brillaron por su ausencia tanto en primavera como durante el otoño.

El apreciado Boletus edulis, más conocido en el mundo agroalimentario y de frutos del bosque como "boleto de las jaras" y "zamoranito", inició la campaña micológica a 20 euros el kilogramo, un precio muy alto debido a la escasez de oferta y la abundancia de demanda -mayoristas y restaurantes ansiosos por contar con el exquisito hongo en sus menús-, tal y como sucede con las castañas.

Los recolectores se han animado a salir al campo, la producción aumentó el pasado fin de semana y el lunes bajaba el precio a 14 euros el kilogramo, pero ayer volvían a situarse entre 15 y 16 euros los boletus y entre 9 y 10 euros los níscalos.

Ejemplares que rozan el kilogramo de peso

Ayer un matrimonio de Samir de los Caños salió al campo entre las 10 y las 14 horas y tras cuatro horas recorriendo los jarales se llevaron varias cestas de Boletus edulis por valor de 84 euros. "La verdad es que la climatología está acompañando, sales al campo y disfrutas porque vuelve a haber setas. El año podías estar todo el día en el campo y no veías ni un boletus, desesperante". Otro recolector de Alcañices recogió un magnífico ejemplar de boletín pinícola de 965 gramos por el que le pagaron 18 euros.

Tamaños mínimos

Las setas deberán tener unos tamaños mínimos para poder ser recogidas, con vistas a garantizar la preservación de las diferentes variedades micológicas. Con carácter general se ha establecido un tamaño de cuatro centímetros de diámetro del sombrero. No obstante hay tres excepciones: las setas con sombrero alargado como puedes ser los casos de la Morchella (colmenillas) o la Coprinus (barbudas), donde la media es igualmente de 4 centímetros, pero de altura, desde el pie al ápice de la seta. En el caso de la Calocybe gambosa (perrechico) el diámetro mínimo será de 3 centímetros, pero se recomienda a partir de 4 para favorecer su desarrollo). En la Marasmius oreades (senderuelass) el diámetro baja dos centímetros y en la Sparassis crispa (cagarría) se eleva 10.

La preciada Amanita caesarea, habitual en Aliste, no se puede recolectar en forma de huevo y la Macrolepiota procera (parasol) solo se puede recoger con el sombreo extendido. En hongos hipógeos, como,las criadillas, la medida podrá ser inferior a los 4 centímetros.

Prácticas prohibidas

Las setas son un bien limitado y hay que preservar el ecosistema para las nuevas generaciones con unas buenas prácticas. La nueva normativa es clara y concisa. El recolector ha de respetar las prácticas prohibidas entre las que destacan la prohibición de recoger setas durante la noche y la de remover el suelo o la capa del mantillo, ya sea a mano o con herramientas. Solamente se podrá utilizar el machete trufero para las trufas y los hongos hipogeos.

Nunca se podrán utilizar los escardillos, hoces, rastrillos, azadas y herramientas similares que causan auténticos estragos. Las únicas herramientas de corte a utilizar permitidas serán los cuchillos, navajas o tijeras siempre y cuando tengan un tamaño de hoja inferior a 11 centímetros. Se prohíbe así mismo la recolección en las franjas de dominio público de las carreteras y en la zona de servidumbre del ferrocarril.