El dorado de los alisos que jalonan el Duero a su paso por Villaralbo alumbró la caminata otoñal organizada este domingo por el Ayuntamiento de la localidad de la Tierra del Vino. La presencia tímida del sol durante el comienzo de la jornada permitió disfrutar de los colores otoñales del bosque de ribera de "Las Islas" a más de medio centenar de aficionados a la naturaleza, entre los que se encontraban experimentados caminantes e incipientes andarines.

Guillermo Hernández, fundador del grupo Aquila Naturaleza, se encargó de aderezar el recorrido con explicaciones diversas de la fauna y la flora típica de este ecosistema que encandiló a propios y extraños. Sorprendió entre los asistentes conocer que en la corteza del sauce se encuentra el principio activo de la aspirina, conocido como ácido salicílico. La experiencia fue enriquecedora en ambos sentidos; también Guillermo pudo aprender gracias a las enseñanzas de algunos de los presentes que con fruto del espino puede hacerse una mermelada ácida y con propiedades que previenen los catarros típicos de esta época. La charla se extendió con la participación de los participantes llegados de Sanabria y tierras salmantinas, quienes explicaron los diferentes usos de las plantas en sus zonas correspondientes. El saber popular no ocupa lugar.

El graznido de un cormorán interrumpió el coloquio y obligó a los interesados por la ornitología a afinar la vista con los prismáticos para buscar al ave entre los álamos. Más adelante pudieron deleitarse con el aguilucho lagunero de las marismas, las garzas reales y somormujos lavancos.

Los más pequeños también tuvieron la oportunidad de conocer de cerca el hábitat del pájaro carpintero. Aprovechando que los nidos estaban vacíos, los niños pudieron comprobar, al tacto, cómo es por dentro el refugio del pico picapinos. Más a la vista estaban los nidos del pájaro mosco, en forma de pequeñas cestas colgadas de las ramas más bajas de los árboles. Los patos que se acercaron a saludar a la expedición arrancaron carreras entre los más jóvenes para tratar de alcanzarlos.

Si alguno acudió a la caminata con intención de ver setas, marchó defraudado. Apenas se encontraron las conocidas como yesqueras. Otra lección para los más jóvenes que apenas conocen de lejos los ingredientes para preparar una buena lumbre. Y si los más pequeños se quedaron con sed de conocimientos, el próximo 1 de diciembre podrán seguir aprendiendo con una yincana natural.