Cada vez estamos más cerca de conocer la localización primigenea del monasterio cisterciense de Santa María de Moreruela. La última campaña de excavaciones de Zamora Protohistórica, dirigida por José Carlos Sastre, ha arrojado "indicios fiables" que apuntan a que su anterior ubicación se situó en el alto sobre el río Esla que conocemos como el yacimiento de "El Castillón", en Santa Eulalia de Tábara. El hallazgo de una iglesia del siglo IX y el posterior análisis podrían ser determinantes para unir los puntos.

- ¿Cómo han establecido la relación entre esta iglesia y el monasterio de Santa María de Moreruela?

-Los trabajos en el yacimiento se llevan a cabo desde el año 2007, y cada año nos han ido aportando una información muy valiosa referente a la Alta Edad Media, especialmente entre los siglos V y VI d.C. En las últimas campañas de excavaciones buscábamos conocer cómo habría sido el posterior desarrollo y fin del poblamiento de este lugar durante la plena Edad Media. Por este motivo nos centramos en la actual zona de trabajo, donde hemos tenido unos resultados muy favorables, al descubrir un edificio religioso que nos ofrece una gran información. Los enterramientos infantiles descubiertos en el año 2016, y que fueron datados en el siglo IX, no indican que el origen de este edificio tuvo que ser anterior a esta fecha. La campaña actual nos ha permitido contrastar las hipótesis previas al documentar enterramientos posteriores y descubrir un edificio de gran tamaño, con numerosos restos arquitectónicos de relevancia. Además de los numerosos materiales recuperados en su interior, y que en este momento están en fase de estudio. Todos estos datos que nos ofrece la arqueología se complementan con la valiosa información que nos ofrecen los diversos textos medievales que señalan la presencia de un monasterio situado en esta zona del río Esla, anterior a la creación del monasterio de La Granja de Moreruela, que tendría su periodo de máximo esplendor una vez que este edificio habría sido abandonado. Lo cual nos permite tener unos indicios fiables de que este edificio sería aquel que mencionan las fuentes documentales, y que nos permiten profundizar en el conocimiento del poblamiento y evolución de toda esta zona del valle del río Esla.

-¿Van a continuar con la investigación para confirmar esa posible vinculación?

-Los trabajos no cesan, ahora comienza la fase de análisis y estudio de materiales, que es una de las más importantes, y que nos va a permitir profundizar en todos los descubrimientos realizados este verano. Todas estas analíticas nos van a permitir profundizar en las próximas campañas de excavaciones y continuar descubriendo en pasado no sólo de este yacimiento, sino de toda la zona de Tábara y los alrededores.

-¿Qué información puede aportar a la investigación el hallazgo de tres cuerpos durante la última campaña de excavaciones?

-Estos enterramientos nos van a ofrecer una gran información en los próximos meses, en primer lugar en su relación con el lugar donde se encuentran enterrados, al tratarse de una iglesia. La fecha en que fueron enterrados, gracias a las dataciones de Carbono 14 que se realizaran en el laboratorio de Beta Analytics. El equipo de antropología de la Universidad de Murcia, dirigido por la Profesora María Haber realizará un exhaustivo estudio antropológico, que nos permitirá conocer la edad, sexo y posibles enfermedades y patologías de estas personas, entre otros datos. Mientras que el posterior análisis en la Universidad del País Vasco incidirá en el análisis de isótopos y genética, para poder conocer la dieta y alimentación estos individuos, así como sus posibles filiaciones. De esta forma tendremos una visión muy amplia de la vida en este lugar durante la Edad Media.

-¿Cuáles serán las próximas actuaciones en el yacimiento de El Castillón?

-Ahora comienza una fase donde vamos a trabajar con todos los materiales recuperados en esta campaña de excavaciones, que pasaran posteriormente a depositarse en el Museo de Zamora. Pero antes debemos de realizar la restauración de los mismos, y los correspondientes análisis de fauna en la Universidad de Salamanca, estudios antropológicos de los enterramientos en la Universidad de Murcia, análisis de isótopos en la Universidad del País Vasco, dataciones de Carbono 14 en los laboratorios de Beta Analytics o estudios de antracología y carpología de las semillas recuperadas en el CSIC. Todos estos análisis y estudios nos van a permitir tener una información más completa sobre el poblamiento de este yacimiento arqueológico, y que nos irán deparando interesantes e importantes descubrimientos en los próximos meses.

-¿Cuentan con apoyo institucional para futuras campañas?

-Durante la presente campaña hemos contado el apoyo de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional - Interreg. Pero es muy importante apoyar este proyecto de una manera decidida y con mayor amplitud, para poder ahondar en el conocimiento e información científica tan relevante que este yacimiento nos está deparando. A nivel científico está perfectamente demostrada la gran importancia de este yacimiento gracias a la gran cantidad de análisis y trabajos realizados con diferentes laboratorios e instituciones, la gran cantidad de artículos realizados sobre diferentes aspectos, Tesis Doctorales y participación en numerosos congresos por parte del equipo científico de Zamora Protohistórica.

-¿Existe un voluntariado suficiente para abordar estas iniciativas?

-Tanto en este proyecto, como en el que este año hemos iniciado en el Castro de la Encarnación en la zona de Rabanales, hemos tenido una gran cantidad de solicitudes de participación. Es muy importante la participación de voluntariado en estas actividades, para poder descubrir nuestro pasado, y que tengan también una formación en el campo de la arqueología, para después poder desarrollar sus carreras profesionales con una formación adecuada.