La Federación de Servicios Públicos de UGT ha trasladado a la Fiscalía de Zamora la carencia de médicos registrada el pasado día 9 de noviembre por si fuera constitutiva de delitos al dejar la comarca prácticamente sin personal médico, como señalaron ayer los responsable de la FSP de Zamora, Jerónimo Cantuche y Oscar Díez. La FSP denunció además que en el borrador de la propuesta presentada a la mesa sectorial para establecer criterios de mejora sanitaria, donde están representados los sindicatos, "la Zona Básica de Salud de Sanabria, no figura como una zona de difícil atención sanitaria, y solo se incluye en la provincia de Zamora la Zona Básica de la Alta Sanabria".

Los hechos remitidos a la Fiscalía se produjeron el viernes día 9, cuando varios médicos de la Zona Básica de Salud de Puebla comunicaron a la FSP que habían dirigido un escrito a la Gerencia de Asistencia Sanitaria, explicando de la situación que se vivió ese día. De los 14 médicos que hay en la Zona Básica solo había 4 para prestar la asistencia sanitaria. A 2 de ellos se les mandó hacer la cobertura de ausencias en 3 demarcaciones. De tal manera que uno de los médicos tenía que atender a 19 localidades y el otro, 29 localidades de Sanabria. El escrito se remitió al gerente de Asistencia Sanitaria y a la FSP para que lo pusieran en conocimiento de la Fiscalía y añadiendo que "esta situación supone una sobrecarga asistencial de la que se pueden derivar consecuencias legales".La organización sindical señaló que la situación de Sanabria "es de precariedad en la asistencia sanitaria que se ha cronificado. Día tras día vamos conociendo los graves problemas que están teniendo" y "que pone en peligro la vida, la integridad física de los pacientes y que añade una responsabilidad añadida a los médicos que prestan servicio en esa zona básica".

La falta de facultativos supone que "el acto médico no puede prestarse con las suficientes garantías dado que, la asunción de la asistencia en todas estas localidades, no se circunscribe únicamente a la consulta ordinaria, sino que también se asume la atención urgente de todas las personas que viven en estos pueblos. Por lo tanto que no pueden ser atendidos y hay un imposibilidad cierta".La situación deja de ser excepcional "para convertirse en algo habitual y con ello, la derivación a los profesionales de una responsabilidad personal y profesional que no tienen por qué asumir". Los profesionales no pueden estar sometidos a esta presión asistencial y "cometer errores diagnóstico, de tratamiento o de falta de una asistencia adecuada que puede provocar situaciones irreversibles en la salud o la vida de los pacientes".

La acción protectora a que están obligadas las administraciones públicas "está perfectamente reguladas por la Junta de Castilla y León mediante normas que garantizan la cobertura de la asistencia sanitaria a toda la población". Si ese día había 4, hoy -por el lunes- que es un día normal, están 7, algo que ya como se ha cronificado y se ha convertido en algo habitual. Se reduce el número de médicos que prestan la asistencia, no se modifican las normas legales ni medidas alternativas y se obliga a los profesionales a prestar asistencia en unas condiciones de "precariedad extrema pudiendo vulnerar derechos fundamentales como el derecho a la vida, o a la integridad física, derechos como el de la protección a la salud".

La situación en la provincia es muy grave. Ayer en Sanabria de 14 médicos había 7, en Tera de 10 disponibles solo 3, dos de ellos de servicios mínimos y 1 de área para la consulta en San Pedro de Ceque y el resto de pueblos sin consulta. En Carbajales, de los 5 médico solo hay 3, uno de ellos en servicios mínimos y 2 para toda la zona. En Aliste de los 16 médicos faltan 4. En Alta Sanabria de los 5 médicos hay 3 con el problema de la ambulancia añadido que está prestando un servicio público.

FSP-UGT ha pedido información a la Gerencia Sanitaria de las condiciones en que ha sido contratada esta ambulancia y las condiciones en que está prestando servicio el médico y no descartan denunciar por la irregularidad que supone. Al ser un servicio externo hay que aclarar si las enfermeras que dependen de él van a poder asumir las prescripciones que haga el médico que no forma parte del servicio.

El sindicato criticó la falta de previsión del consejero cuando desde el propio sindicato pidieron un nuevo modelo asistencial para el medio rural "y no nos hizo caso".