La lluvia deslució ayer la esperada feria de San Martino en Mombuey al trastocar la concurrencia de puestos y visitantes al mercado de productos, e impedir que la procesión saliera por su recorrido a través de los puestos desde el templo hasta la calle de la Iglesia.

Pese al mal tiempo de la jornada, una treintena de puestos compitieron en la feria de productos, con los agraciados del concurso que al mal tiempo le pusieron buena cara.

Jorge Martín Macías participó por primera vez en la feria con un expositor de caracoles de la granja Jormacol, con caracoles vivos y embotados al natural. Este vendedor se llevó una buena impresión porque, pese a la lluvia por momentos intensa, el público se acercó a los puestos. Otro tema son las ventas, porque el caracol es un producto que se está introduciendo poco a poco en Zamora y en una comarca como la de Carballeda donde no hay costumbre gastronómica de los caracoles. Sí hay un mercado relativamente interesante de bares para el tapeo que ofrecen caracol, pero su demanda depende mucho de los gustos de la clientela. Los caracoles vivos que se venden en redes ya están purgados, listos para lavar y cocinar. Jorge Martín explica a sus clientes el proceso de limpieza.

Las categorías de este año del concurso han sido a pimientos, cebollas, cerámica y ajos. El primer premio de ajos recayó en un vecino de Carracedo de Vidriales, Cipriano Álvarez Alonso, que como buen agricultor resaltó la calidad y presentación de las ristras de ajos para la venta.

A pocos metros de su puesto, otro vendedor surte al personal de productos de temporada. El que no haya encontrado boletus en todo el otoño tenía una oportunidad de catar los de roble, a la venta en la feria. La lluvia aceleró la visita del jurado y la entrega de premios a los seleccionados.

A las dos de la tarde, cuando finalizó la misa en el templo de Santa María, los puestos prácticamente había desaparecido. En la iglesia se oficiaron los actos por el santo que sin patrón de Mombuey es especialmente celebrado por los vecinos, donde se recordó la figura y los milagros de este popular santo, generoso con su capa, que ayer fue más necesaria que nunca.