Pedro Barroso es un "hombre del norte" a la vez que del oeste (zamorano) cuyas raíces nunca olvidó. En el País Vasco, con 26 años, se casó con Sagrario Lorenzo, de Alcañices e hija de Paulino "El Rey", que casualmente vivía en el barrio de "La Quinta", donde había vivido la madre de Pedro y a donde él acudía cada verano para visitar a su tía materna. La boda tuvo lugar un gélido 23 de diciembre de 1977. En 1980 nació su primer hijo, Pedro, y en 1984, Raquel. Durante su etapa en Legazpia Pedro era muy activo, tenía tiempo para trabajar, cuidar a su familia y también desarrollar labores sociales. Pedro, hombre duro como el acero "bellota" en su fundición, era blando como un cacho de pan, cuando en sus ratos libres hacía de voluntario en las residencias de la tercera edad del País Vasco: sencillo, humilde y buena gente, Pedro sacaba a pasear a los ancianos unas veces y otras acudía a hacerles compañía, charlar con ellos, darles conversación y recibirla, si se terciaba jugando una partida a las cartas con ellos.