Las ricas castañas asadas de Sejas de Aliste cautivaron a cientos de amantes del buen comer que participaron ayer en el magosto tradicional que esta localidad viene celebrando cada otoño desde el año 2000. Después de casi dos décadas, la Fiesta de la Castaña de Sejas se ha convertido en una de las citas más importantes de la zona rayana en esta época del año.

El fruto seco lentamente asado a la lumbre era el principal atractivo del día, pero la XIX Fiesta de la Castaña de Sejas de Aliste ofrecía mucho más a todos sus visitantes, como actividades deportivas, concursos, setas y la siempre exquisita ternera de Aliste.

Sejas, con su Monte Terneros, es uno de los paraísos micológicos más productivos de Castilla y León, tierra de níscalos y de boletus edulis que salieron a buscar por la mañana los participantes en la ruta micológica guiada, y alguno lograron encontrar, pero no muchos, en un otoño atípico, con poca humedad y mucho frío, enemigos naturales de los hongos.

Si por la mañana ya se notaba una gran afluencia de visitantes en el pueblo, a las cuatro de la tarde el número de personas se multiplicaban para participar en el IV Cross de la Castaña, que superó su propio récord con cientos de inscripciones entre andarines y corredores. La prueba contó con la participación de la presidenta de la Diputación de Zamora, Mayte Martín Pozo, acompañado del alcalde y diputada de Cultura, Deportes y Emigración, José Luis Bermúdez Lorenzo.

El circuito terminaba en la meta situada frente al salón de usos múltiples, que ya olía a la lumbre en la que se iban asando las ricas castañas. En el interior del edificio estuvo abierta durante toda la tarde una muestra de las mejores setas halladas esa misma mañana en los montes de la localidad, expuestas para orgullo de Sejas junto a los postres elaborados a base de castaña que se presentaron al concurso de repostería. Este certamen nació como una aventura de unas cuantas mujeres atrevidas del pueblo y se ha ido convirtiendo en uno de los elementos principales de la Fiesta de la Castaña de Sejas, con la participación de medio centenar de hombres y mujeres de diferentes localidades que elaboran auténticas obras de arte tan vistosas como sabrosas con la castaña cocida, asada o molida como principal ingrediente. También tuvieron su espacio otros manjares de la tierra como los vinos de la Sierra de la Culebra, el embutido o la miel de producción artesanal.

Una vez entregados los trofeos a los mejores atletas se comenzaron a repartir las castañas asadas entre los centenares de asistentes que pudieron comprobar el buen sabor de la producción local. El otoño del 2018 no pasará a la historia como uno de los años con más abundancia de castañas, sin embargo cantidad no es igual a calidad. Este año el fruto es mejor y, sobre todo, de mayor calibre, un aliciente para el mercado agroalimentario, donde el aspecto influye mucho en las decisiones de los consumidores. Las castañas más grandes fueron las recolectadas por Pilar Olivara García, de Sejas, que juntó tres kilogramos con solo 46 castañas ganando el concurso al mejor castañicultor.

En el concurso de repostería, muy reñido, también vencieron tres féminas de Sejas: Oliva Fernández se hizo con el primer premio, Lucía Olmo Lorience con el segundo y María Ortega con el tercero. El galardón a la presentación más original se lo llevó el postre de Rosaura Domínguez, también procedente de Sejas de Aliste.

La fiesta terminaría con la degustación de la carne de ternera de Aliste y de todos los postres e castaña presentados al concurso.

La organización corrió a cargo de la Asociación "Amigos del Castaño y del Medio Natural" que preside Volusiano Bermúdez Fernández y el pueblo de Sejas, con la colaboración con el Ayuntamiento de Rábano, la Diputación de Zamora, Caja Rural, IGP Ternera de Aliste, la Asociación de Municipios Micológicos de Aliste y Tábara, Paramio y Adata.

Además de Sejas, este fin de semana también se ha celebrado el magosto en localidades como Hermisende y San Martín de Castañeda.