El papa Francisco recibía en la mañana de ayer en el Vaticano la histórica capa parda alistana de honras y respeto como emblema y seña de identidad de la comarca de Aliste, de sus pueblos y de sus gentes, una peculiar prenda que junto a sus hombres y mujeres ha escrito la historia de su vida cotidiana, en el trabajo y en la fiesta, la alegría y el dolor, en el luto, la honra y los respetos. Cuna y colchón de los niños y niñas de corta edad en "la rozada" y "la segada", fuente de sonrisas y cómo no de lágrimas

La comitiva zamorana desplazada a Roma fue recibida oficialmente a las 8.45 horas por varios sacerdotes del Estado Vaticano que les acompañaron en la entrada por la puerta de Santa Ana con la preciada capa parda alistana de honras y respeto. Se les concedió luego el privilegio de acceder a la plaza de San Pedro por la puerta que utiliza el papa.

Mayte Martín Pozo, presidenta de la Diputación Provincial de Zamora, y Félix Marbán Junquera, presidente de la Asociación para la promoción de la capa parda alistana de honras y respeto (Apeca), fueron los encargados de la entrega e imposición oficial de la capa parda en un histórico y emotivo acto que contó también con la presencia del diputado de Cultura José Luis Bermúdez Lorenzo (natural de Sejas y Alcalde de Rábano), Oscar Ramajo (Videmala), Rogelio Lorenzo Roda, Félix Domínguez Prieto y Eugenio Lorenzo de las Heras.

"Preciosa e inmensa" fueron las palabras del Sumo Pontífice al tocar la capa parda alistana.

Devotos de diferentes países del mundo fueron testigos de la histórica estampa cuanto por primera vez un papa vistió la capa parda. Francisco, que conoció en su país a emigrantes zamoranos y alistanos, agradeció el reconocimiento de Aliste y los alistanos por los que prometió "rezar y llevar siempre en el corazón", y destacó y alabó a los numerosos misioneros alistanos y zamoranos que han dedicado y dedican su vida a la misión evangelizadora y humanitaria por los lugares más desfavorecidos del planeta.

El 266.º Sumo Pontífice y jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano se puso con honor la capa parda alistana de honras y respeto a pesar de su edad y del gran peso de la prenda.

Félix Marbán Junquera, presidente de Apeca, asevera: "Hoy ha llegado a Roma la capa parda alistana de honras y respeto, una prenda alistana y de los alistanos, una auténtica joya, tanto en lo material como en lo humano, que ha sido fiel testigo de bodas, sepelios, procesiones de Semana Santa, nombramientos de autoridades, compañera inseparable en fiestas y días de trabajo, gracias a Aliste y a los alistanos".

La capa parda del papa Francisco tiene una peculiaridad propia de su tierra de origen en lo que los alistanos denominan "las aguaderas" (exclavina) con las tres franjas blancas que las cruzan en horizontal. Es esta la única parte de la capa alistana donde el paño pardo de la castellana negra comparte espacio con el paño claro de la castellana blanca. Aunque actualmente muchos ven en la "exclavina" un parte decorativa, la realidad es que aún siéndolo, como delata su nombre alistano de "aguaderas" su misión es expulsar hacia afuera el agua en días de lluvia. Además, en la "chiva" de la parte trasera lleva representado el signo papal de las llaves de san Pedro o del Reino de los Cielos, un singular detalle.

Su confección es obra de Rafaela Fernández Ramos, nacida el día 3 de diciembre de 1952 en San Vitero: "Ha sido un honor que nunca olvidaré", confesaba la sastra a este periódico. Como referencia Rafaela ha tomado una de las capas pardas más bellas que se conservan en Aliste, su propietario fue Urbano del Buey Martín de San Vitero, nacido el 2 de mayo de 1879. Se casó con 20 años, por 1899, estrenando la histórica capa. Fue padrino de Urbano Fernández Galván, padre de Rafaela, al que regaló la capa parda poco antes de fallecer a mediados del siglo XX. Tiene pues la capa parda 119 años.

La capa parda del papa Francisco está elaborada con paños pardos de los telares de Val de San Lorenzo (León), similares en grosor y color a los ancestrales y peculiares paños pardos alistanos obtenidos de la lana virgen de la oveja autóctona de pura sangre castellana negra, que tuvo su paraíso y origen en tierras alistanas y hoy está declarada en peligro de extinción por la Unión Europea.

Para su elaboración se han utilizado un total de cinco metros y medio de paño pardo y un metro de paño negro para bordar los picados sobre los pardos. Una vez terminada tiene un peso total de 7 kilos y 879 gramos. Su altura es de 1 metro y 33 centímetros. Antaño, siglos XIII al XX las capas pardas alistanas eran más cortas pues la altura media de los hombres alistanos no llegaba a 160 centímetros.