La puesta en marcha de la nueva sala de despiece y envasado de Asovino en Coreses supone "la apertura de un nuevo capítulo" para la cooperativa después de 29 años de historia recorridos a través de épocas buenas y otras de estrechez para el sector, pero siempre de duro trabajo para los ganaderos.

Asovino fue constituida por un reducido grupo de criadores de ovino de la comarca de Benavente en 1989 con el objetivo de comercializar la leche de todas sus ovejas conjuntamente, posteriormente se extendió por el resto de la provincia y paulatinamente fue incorporando a su actividad la venta de los corderos, primero vivos y después comercializando la carne tras alquilar una nave para montar una primera sala de despiece que pasará a la historia ahora que han estrenado sus propias instalaciones en Coreses.

Actualmente la cooperativa no solo vende leche y carne sino que ofrece a sus 320 socios ganaderos todo tipo de servicios de suministro y asesoramiento para garantizar la rentabilidad de sus explotaciones, entre los que se encuentran servicios veterinarios, gestión técnico-económica, servicios de sustitución o "correturnos", asesoría en sanidad, nutrición y genética, suministro de zoosanitarios, materias primas y piensos para la alimentación de los animales, gestión de residuos, formación y esquila y podología de las ovejas.

Solo en piensos, mezclas y materias primas para el alimento del ganado Asovino comercializó en 2017 13.500 toneladas a pesar de que solo vende para las explotaciones de sus asociados. La cooperativa no dispone de fábrica de piensos propia, pero gracias a convenios con distintos fabricantes y al control de sus propios servicios veterinarios es capaz de distribuir el pienso a sus socios garantizando la trazabilidad de los productos y los estándares de calidad y seguridad alimentaria, pero esta parte del negocio constituye solamente una pequeña porción de su facturación, que en 2017 fue de un total de 19,6 millones de euros.

Si la cooperativa comenzó como una comercializadora de leche de oveja, hoy en día esta actividad supone aproximadamente la mitad de su facturación, con una producción de unos 13 millones de litros de leche, y aunque sigue siendo su mayor fuente de ingresos los bajos precios que la industria está dispuesta a pagar por su materia prima han llevado a la empresa a centrar sus esfuerzos en hacer crecer su segunda actividad por volumen de facturación, la comercialización de la carne. La venta de productos cárnicos ya suponía el año pasado el 30% de la facturación de Asovino, que puso 120.000 lechales en el mercado, pero la cooperativa espera poder triplicar esa cifra en los próximos años, principalmente exportando fuera de la Unión Europea.

Actualmente sus principales compradores de lechazo son los hipermercados y supermercados, aunque también distribuyen a hoteles y restaurantes. Hace algunos años ya que comenzaron a vender en países europeos como Suecia, Inglaterra o Italia, y más recientemente fuera de la Unión Europea, donde los directivos de Asovino están centrando los expansión. En el viejo continente la producción de lechazo supera al consumo, son mercados saturados, por eso el negocio está en aquellas partes del mundo que aún importan carne porque la producción no crece tan rápidamente como la demanda, principalmente Asia y Oriente Próximo. Por eso las nuevas instalaciones están adaptadas para cumplir con las normativas del mercado internacional y también con las exigencias de esos clientes, como sería la producción "halal", o apta para la población musulmana.

No obstante, Asovino seguirá vendiendo lechazos en Castilla y León y en el resto de España, tanto los comercializados bajo la marca Asovino, que está amparada por la Indicación Geográfica Protegida Lechazo de Castilla y León, como los vendidos bajo la marca "Lechacito", que cuenta con el sello de Tierra de Sabor, y por supuesto productos como paletillas, chuletillas o carrileras.

Igualmente, los técnicos de la cooperativa seguirán trabajando en estrecha coordinación con los ganaderos para conseguir la mayor rentabilidad posible en la comercialización de la leche.

Por otro lado, Asovino también produce leche de cabra, aunque volúmenes más modestos, 250.000 litros en 2017, y cuenta con un supermercado en Bermillo de Sayago.