El Obispado de Astorga todavía no ha ejecutado la resolución del destierro de diez años en un monasterio para el sacerdote José Manuel Ramos Gordón, ya que éste ha recurrido la pena impuesta tras la denuncia de un ex alumno del colegio Juan XXIII de Puebla de Sanabria, ha revelado el diario El País.

Se trata de la segunda resolución de la Congregación para la Doctrina de la Fe después de que Ramos Gordón fuera condenado en el año 2016 a un año de privación del oficio de párroco -en el momento de la sentencia era el titular de la parroquia de Tábara y otros pueblos de la comarca- por abusos sexuales a dos hermanos gemelos cuando era educador en el Seminario Menor de La Bañeza.

Pero así como en este último caso, José Manuel Ramos Gordón admitió los hechos y se mostró "arrepentido", no ocurrió lo mismo en el segundo proceso abierto tras la denuncia presentada por un zamorano, ex alumno del colegio Juan XXIII.

Como explicó el propio obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, durante la comunicación ante los periodistas de la segunda pena canónica a Ramos Gordón, éste "no aclaró suficientemente si lo había cometido o no, pero todas las circunstancias que concurrían y la investigación, tanto de los delegados para el caso como los dos asesores, concluyeron que había una altísima certeza moral de que esto había ocurrido; pero explícitamente él no ha reconocido las acusaciones" precisó Juan Antonio Menéndez. La investigación consideró probada la comisión de un "delito grave de abusos sexuales a menores tipificado en el canon 1395".

Tercer proceso pendiente

La segunda pena por los mismos delitos de abusos sexuales a menores ha sido recurrida por el acusado, que continúa viviendo en la Casa Sacerdotal de Astorga, desde donde se trasladó tras tener que abandonar la parroquia de Tábara.

La pena de "privación del ejercicio público del ministerio sacerdotal durante diez años residiendo en un monasterio o convento fuera de la diócesis" tendría que esperar a la resolución del recurso.

Entre tanto el Obispado de Astorga tiene en curso un tercer proceso por abusos sexuales, aunque de otro sacerdote de la diócesis que ejerce sus labores parroquiales en la provincia de Orense.

El obispo de Astorga compatibiliza desde hace un mes sus labores al frente de la Diócesis con la presidencia de la comisión antipederastia creada por la Conferencia Episcopal Española.