Más de un centenar de agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León -entre ellos una representación de la provincia de Zamora- se manifestaron ayer en Valladolid "en repulsa por la agresión" a un compañero el pasado 7 de octubre cuando, en acto de servicio, se encontró con una persona dispuesta a usar un hacha como arma "por el solo hecho de que no le gustaba lo que estaba escuchando de boca del funcionario en cumplimiento de la normativa". La protesta está secundada por los sindicatos UGT, CC OO, CSIF y Apamcyl

Los profesionales registraron un documento en la Consejería de Medio Ambiente y Fomento con diez medidas para "garantizar en un futuro próximo la seguridad y la dignidad de los agentes medioambientales", así como medios de trabajo y defensa.

"Tolerancia cero"

Los agentes reclaman una "ley básica estatal" que vaya más allá de lo dispuesto en la Ley de Montes "para actuar con seguridad en las intervenciones"; "tolerancia cero ante casos de violencia y asistencia letrada en casos de amenazas, agresiones o atentados". Igualmente reclaman dotación de medios encaminados a la seguridad y reducción del riesgo de los agentes. Otra de las reivindicaciones pasa por la cobertura de "un mínimo de 900 agentes en la Comunidad Autónoma, con el principal objetivo de cubrir los imprescindibles servicios en parejas; reorganización de comarcas y equipamiento homogéneo y acorde con todas las funciones".

En declaraciones a Europa Press, Ricardo Vallecillo, responsable de Medio Ambiente de UGT, reclamó a la Junta que "nos dote de medios para poder salvaguardar nuestra vida, que no nos maten porque vemos cómo las agresiones son permanentes y hay que poner medios para que eso no vuela a suceder", incidió. Unos medios que podrían pasar, a su juicio, por "llevar arma", "elementos de seguridad disuasorios" y "formación para saber que hacer en estas situaciones".