Más de 400 explotaciones de ovino de la provincia ven comprometido su futuro como consecuencia de los bajos precios de la leche y los corderos que hacen inviable la rentabilidad. Las organizaciones agrarias lanzaban ayer la voz de alarma ante la nueva crisis que azota a un sector muy vapuleado, que en Castilla y León ha visto cómo en los últimos diez años "ha desaparecido el 35% de las explotaciones" y cómo "hace 35 años la leche valía el doble que hoy". Así lo valoraba Lorenzo Rivera (COAG) tras la reunión del Consejo Agrario Provincial.

Javier Domínguez (UPA) habló claramente de "un sector hundido", cargando buena parte de las culpas a la industria, que están comprando la leche por debajo de precio. Todas las organizaciones, también Antonio Medina (Asaja), se sumaron a la petición de contratos "a largo plazo, para que los ganaderos puedan hacer sus previsiones y un proyecto viable de sus explotaciones" y sin cláusulas que permitan a la industria "reventar el contrato". Con la situación actual, lejos de garantizar la rentabilidad, "se están cerrando explotaciones, principalmente los jóvenes que han empezado hace pocos años acogiéndose a unas ayudas que ahora no pueden pagar" advirtió Domínguez.

El problema tiene especial impacto en Zamora, la provincia con más peso del sector ovino de España con unas 1.650 explotaciones, de las cuales aproximadamente la mitad son de ordeño.

Esta situación es una de las que justifican el adelanto de la PAC, con el primer anticipo del 50% de las ayudas directas, que los agricultores comenzarán a recibir a partir de mañana. En la provincia de Zamora se beneficiarán de esta medida 8.453 agricultores y ganaderos por un importe de 37,5 millones de euros. "Estamos en una época de alta demanda financiera coincidiendo con la sementera y hay que hacer un desembolso importante, más cuando los fertilizantes han subido en una proporción desorbitante" explicó el representante de COAG.

Para efectuar el pago del anticipo, la normativa europea exige haber realizado todos los controles y confirmar que no existen incidencias, requisito que han superado el 92% del total de expedientes, como confirmó el delegado de la Junta, Alberto Castro.

En la reunión del Consejo Agrario también se puso sobre la mesa la preocupación de los ganaderos de porcino por la presencia de la peste porcina africana en varios países de Europa. La jefa del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería, Rosa María Alonso, precisó que "estamos vigilantes", pero a su vez destacó la "ventaja de que desde hace un tiempo se están implantando unos protocolos de bioseguridad en las granjas y en el caso de las de Zamora el estatus es bastante grande". Recordó el control sistemático que se lleva a cabo en las cacerías, con la vigilancia de 250 muestras de jabalí, no solo por la peste porcina africana, sino por otras enfermedades como la peste porcina clásica, brucelosis o aujezsky. "Son importantes esos muestreos porque no podemos olvidar que es una enfermedad, tanto del cerdo doméstico como del jabalí".

Además se ha enviado una carta a los ganaderos por cuestiones relacionadas con el bienestar animal y donde a la vez "se les recuerda que extremen las precauciones". Y se han repartido carteles informativos en varios idiomas advirtiendo de las medidas necesarias para evitar la infección.

El Consejo Agrario Provincial acordó los precios máximos y mínimos por el hectárea que han de regir el aprovechamiento de pastos. Se ha propuesto en 7,23 euros el precio máximo y 5 euros el mínimo para la primera categoría; 5,85 y 4 euros para la segunda categoría; y 4,36 y 3 euros para la tercera categoría.

Y se fijó la fecha tope de recolección de los cultivos para 2019, que será el 31 de marzo para el maíz y la remolacha, el 31 de julio para las leguminosas de consumo animal, el 15 de agosto para los cereales de invierno, el 31 de agosto para garbanzos y lentejas, el 15 de septiembre para la alubia y el 30 de octubre será la fecha límite para cosechar el girasol.