"Hoy -por el sábado- estamos dos médicos, pero mañana - hoy, domingo- no sabemos. Como hay dos médicos han quitado un enfermero. Mañana tampoco sabemos si no hay médico si habrá un enfermero más". Así explicaba ayer la situación el médico de Guardia en el Centro de Salud de Puebla de Sanabria, Gonzalo Fermoso. La mañana en el centro de salud registró una actividad similar a otros fines de semana con pacientes con patologías varias, desde curas programadas, caídas, alergias.

El timbre de urgencias avisa a los médicos y al enfermero de la llegada de nuevos pacientes. No hay celador para abrir la puerta, aunque no es el problema más grave, como reconocen en el Centro de Salud. De los 14 médicos que corresponden a esta Zona Básica de Salud -que no solo es Puebla sino la mayor parte de los municipios de Sanabria- solo hay 7. Faltan 3 médicos de Área, un médico de Área pasado de horas, 2 de vacaciones y 1 de baja. A mayores el médico que sale de Guardia ese día no trabaja. En total hay seis médicos de manera efectiva.

Gonzalo Fermoso explica que el problema es que "no hay médicos por una falta de previsión. Desde hace años se sabía que muchos médicos se iban a jubilar" y esas vacantes no se han cubierto progresivamente. "Hay un falta de incentivos no solo económicos, sino también administrativos como puntuar el doble por estar en estas comarcas" como medidas que puede proponer la administración para facilitar que los médicos vengan a centros de salud, como el de Sanabria. En lo único que la Junta tiene razón "es que no hay médicos, pero corresponde a la Administración gestionar y buscar médicos".

Reestructuración

Tras unos minutos, el timbre de urgencias vuelve a sonar y el doctor Fermoso continúa con sus pacientes, no sin añadir que "hay que hacer una reestructuración sanitaria pero nadie quiere pagar el precio político que eso supone a seis meses de unas elecciones".

El acompañante de una de las pacientes, Manuel Pérez García, de San Ciprián de Sanabria reconoce que "acabarán quitando las consultas de los pueblos y centralizando todo en Puebla". En San Ciprián había consulta dos veces a la semana, desde hace años solo hay una consulta semanal. En caso de necesidad "bajamos a Trefacio los lunes y miércoles". "En los pueblos de arriba (expresión que Manuel usa para referirse al municipio de San Justo) cada vez hay menos gente y la mayoría de 80 años para arriba. De 10 años para abajo no queda ninguno".

El panorama para las personas mayores en los pueblos es complicado. La madre de Rosario Sutil, de San Ciprián de Sanabria, está recién operada de la cadera y necesita la ayuda de una persona que la ayude. Tras salir del hospital permaneció 25 días en una residencia en Benavente pero prefirió estar en su casa. Han tenido que tramitar dos veces la documentación, ante los Servicios Sociales, para que le aprueben la ayuda a domicilio. La pensión de viudedad de esta mujer de 86 años. Esta mujer no puede estar sola en casa, aunque su hija esté pendiente de ella.

En una ocasión, el siglo pasado, Manuel Pérez tenía un niño enfermo y preguntó al médico si no podía mandarlo al pediatra. La respuesta del facultativo fue "¿tú ves Antena 3 o Tele Cinco, pues lo mismo que el pediatra?" En aquella época solo se veían las cadenas públicas. Manuel no lo recuerda pero hace dos décadas protestó porque en Zamora no había alergólogo y a los pacientes de Sanabria se les mandaba a Salamanca, cruzando dos provincias de extremo a extremo.

Sanabria es un combinado de cifras heterogéneas. A los pacientes habituales hay que sumar que en verano se multiplica por cinco la población estival, hay más de 700.000 visitas que entran en el Parque Natural del Lago, están los trabajadores del trazado de Alta Velocidad con dolencias comunes o accidentes de trabajo, y más. Los profesionales reconocen que este verano lo han pasado mal por la falta de personal y gracias a la colaboración, especialmente de los enfermeros y enfermeras, se ha salvado el caos sanitario de Sanabria.

En la mayoría de los pueblos se ha suspendido alguna de las consultas este verano con un "hoy no puede venir el médico" tras horas de espera "pues voy a Puebla con un ataque de lumbago" comentaba hace escasas fechas un paciente de San Miguel de Lomba.

Sale una familia con una niña de corta edad y el timbre vuelve a sonar, entra una pareja de mediana edad con una mujer mayor. El goteo es constante.

Lo contingencia más grave que todos los facultativos y enfermeros temen es que se avise de una urgencia en Calabor, por distancia, curvas y tiempo, y en el centro de salud no haya médico y además el 112 tenga que atender un accidente en la autovía.