Fermoselle mostró ayer una atmósfera festiva, en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción y en la Plaza Mayor, con motivo acoger diversos actos enmarcados en el 56 Congreso Nacional Belenista.

Dos autobuses de congresistas vinieron a sumarse a un importante número de turistas que eligieron la villa de Arribes para disfrutar de la jornada y, en consecuencia, el ambiente humano y folclórico llenó de música, danza, turismo y alegría el casco histórico de la capital de Arribes del Duero.

El interior de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción casi se abarrotó con un público que siguió con expectación la ponencia concierto "La Pastorada Leonesa" impartida y dirigido por el maestro Miguel Manzano Alonso (Villamor de Cadozos), e interpretada por la coral e instrumental del grupo Alollano. Por motivos de tiempo, solo se cantaron "siete de una Pastorada de 24 canciones", pero bastaron estas intervenciones para dejar en los asistentes una satisfacción plena como demostraron las felicitaciones expresadas al final de la actuación.

El alcalde de Fermoselle, Alejandro Fermoselle, dio la bienvenida convencido de que "el encuentro a buen seguro permitirá un loable intercambio de ideas y de experiencias entre todos aquellos que disfrutan de una pasión que traspasa generaciones y que dignifica uno de los momentos más especiales del año". Presentó a Fermoselle como "un compendio de culturas", resaltando valores como las calles, las vistas desde el Castillo, las iglesias y un subsuelo que es un laberinto intrincado de bodegas, el vino y el aceite. Recordó que Fermoselle "también dedica una parte de la Plaza Mayor a un Belén que es admirado por todos y, pese a la modestia, querido por todos".

El propio Manzano Alonso se encargó de explicar a los presentes las esencias de la Pastorada que, según explicó, "tienen un comienzo rústico y cuentan con añadidos realizados por canónigos, maestros y gente enterada de música, que ha completado canciones con una riqueza melódica y armónica".

Miguel Manzano señala que es una Pastorada de la zona de Los Oteros y también de la zona de Lugán, donde encontré una variante que es la más completa de la Pastorada".

El público, con una importante presencia de integrantes de la Asociación Belenista de Zamora "La Morana", siguió el desarrollo del concierto de la coral Alollano con embeleso. La sensación percibida por el maestro Miguel Manzano el final del acto fue de una vivencia de "acogida, silencio y disfrute en la gente, como muchas veces lo vemos, pero en un ambiente de mucho respeto". No es la primera vez que Alollano visita Fermoselle, pero sí la primera que lo hace con una Pastorada. Los actos prosiguieron su curso en la Plaza Mayor donde tuvo lugar una exhibición de cultura popular y costumbres tradicionales, con la actuación de los grupos Bajo Duero, Doña Urraca, Juan del Encina (de Fermoselle) y también un grupo de jóvenes proveniente de Muga de Sayago, que portaron consigo el pendón y la bandera, y que aportaron su importante grano de arena al folclorismo.

La exhibición fue seguida por un público animado por los bailes y en el que el Ayuntamiento, cuyo equipo de Gobierno encabezado por el alcalde Alejandro Fermoselle Berdión, colaboró con los típicos periquillos (40 kilos), vino y café.

El alcalde de municipio, calificó de "exitazo" el acontecimiento, que convirtió ayer a Fermoselle en una villa festiva y cultural de primer orden.

La Oficina de Turismo también notó en sus feudos la alta presencia turística y la responsable, Ana Villarino, estuvo atareada en las explicaciones y repartiendo folletos como en las extraordinarias fechas del año.

El maestro Miguel Manzano hizo un llamamiento a la creatividad de música "al estilo popular". Según dijo al final del exitoso concierto, donde recibió la felicitación de un gran número de asistentes, "a música tradicional está muerta". Subraya que existe "colabora de la Administración" y destaca que "algunos han cogido algunos cantos y lo repiten en su etilo, por lo general, muy alejado de lo que era el verdadero estilo popular". "Quedan instrumentistas, añadió, porque es más fácil repetir con la dulzaina o la gaita, y también hay escuelas, pero había que ver si se puede hacer algo nuevo y no seguir repitiendo de forma incesante lo que hicieron los abuelos". Incidió en la novedad "en cuanto que si hay un instrumento que hace una escala mayor, si pilla a un músico bueno no tiene por qué repetir lo que el abuelo dulzainero hizo". Fermoselle vivió ayer una jornada de ensueño.