La tinta, P lytophthora cinnamomi, está causando la muerte de cientos de castaños jóvenes y adultos en la comarca de Aliste a lo largo del verano y del otoño. desatando todas las alarmas, la preocupación y el desaliento entre los propietarios de castañares que cada vez temen más a corto y medio plazo hasta por la supervivencia de uno de los árboles más productivos y emblemáticos de la comarca de Aliste y de la región de Tras Os Montes donde ha contribuido durante veinte siglos con su madera y sus frutos a ayudar a las familias.

Dos mil años de vida, desde que llegaron en tiempos del Imperio Romano de Cesar Augusto que tierras alistanas tuvo como enclave importante e histórico a Curunda Caesarea en lo que hoy es Rabanales.

Expertos en sanidad forestal de Castilla y León consultados ayer por este periódico, sentenciaban que el extraño (para los castañicultores) aumento de la muerte de castaños por la tinta es causa de las abundantes lluvias de finales de primavera y la posterior sequía del verano. "Es un efecto que ya esta comprobado y aun morirán muchos más".

Instituciones e investigadores lusos cifran en más de un millón de castaños los que han muerto en los últimos años por causas de la tinta, muchos de ellos en la Raya con España donde la mortandad cuando menos podría ser similar. La última oleada de tinta habría afectado ya a más de mil ejemplares en Aliste.

Aunque no existen datos concretos se cree que en el paraíso de los castañares en la provincia de Zamora, Aliste y Sanabria, comarcas fronterizas con Portugal, existen alrededor de 4.000 hectáreas públicas y privadas plantadas de castaños.

En el caso concreto de Aliste entre 1996 y 2014 fueron muchos los castañicultores que se acogieron a la repoblación forestal y, según los datos oficiales, se plantaron 294.000 castaños.

Sumando las variedades de madera y de fruto a lo largo de los últimos veinte años se habrían plantado solo en tierras alistabas medio millón de castaños.

En esas nuevas repoblaciones destacan las localidades de Trabazos y Sejas al llegar allí la concentración parcelaria y pasar a disponer de grandes parcelas frente a los antiguos minifundios. Muchos de ellos son los que están muriendo por la tinta tanto en el verano y en otoño.

En el área de Sejas y Trabazos, margen derecha de la Nacional 122 hacia Latedo y Portugal se cree que la muerte fue producida por las heladas de abril. Se han dado de caso de secarase una media de 50 plantas en una plantación de 200.

Para el leonés Juan Antonio Sánchez, del Instituto de Restauración y Medio Ambiente, "habría que estudiar los castaños obre el terreno. Es cierto que las fuertes lluvias pueden afectar a las plantaciones de vaguadas que se encharcan. La humedad si favorece la propagación de la tinta. Eso esta claro. El futuro de los castaños esta muy negro según los propios castañicultores.