Los últimos vestigios ruinosos del Campamento de Santa Bárbara, o Nueva Puebla, de Requejo de Sanabria, han sucumbido bajo las máquinas y los movimientos de tierras de las obras auxiliares del Trazado de Alta Velocidad del subtramo Requejo-Padornelo. La maquinaria pesada ha abierto una brecha de medio centenar de metros que se ha llevado por delante las ruinas que aún quedaban del poblado abandonado de Campamento.

Todo el perímetro, paradójicamente está sembrado de señales de "zona arqueológica" demarcando las ruinas de las edificaciones de piedra que se han salvado del desaguisado.

Las piedras sobre los terraplenes dejan constancia de la destrucción de los últimos testigos inertes de Campamento. La invasión de la zona arqueológica ha sido comunicada por los ribereños a la Guardia Civil.

Este poblado se levantó en la década de los años veinte del siglo pasado y estuvo operativo entre 1927 y 1958, periodo de duración de las obras de los túneles del ferrocarril que unía la meseta con Galicia.

En el pueblo nuevo llegaron a vivir hasta 1.500 personas, carrilanos, que trabajaron en la perforación de los túneles, el más mítico el llamado túnel 12.

Las obras sufrieron un significativo parón durante la guerra Civil y fue el único punto de la provincia de Zamora, bombardeado por la aviación franquista al ser el único foco de resistencia republicano activo, como consecuencia de los militantes de sindicatos y de izquierdas que estaban empleados en las obras. Algunos iniciaron a partir de ahí una vida de huidos y otros terminaron presos y depurados.

Finalizada la guerra, en las obras intervinieron vecinos de los pueblos de la comarca y presos de la represión franquista. El tramo se inauguró el 1 de julio de 1957.

Las obras de los túneles emplearon a los carrillanos y, debido a las formas de trabajo de entonces, la silicosis fue una enfermedad de impacto.