En el trámite de audiencia la Junta recibió alegaciones de un vecino colindante con la instalación indicando el "evidente riesgo de contaminación, debido al elevado volumen de purines", la "emanación de amoniaco, metano y óxido nitroso generará un ambiente insalubre en la finca vecina, contaminación del agua, posible "degradación de caminos" o depreciación del valor económico de su propiedad. La Junta contesta que "estas alegaciones se han tenido en cuenta en los aspectos regulados en esta autorización ambiental, estableciendo condiciones en lo relativo a buenas prácticas ambientales, emisiones de aguas residuales, emisiones de olores, emisiones generadas por el almacenamiento de purines y emisiones generadas durante el proceso de producción completo". Ecologistas en Acción de Castilla y León presentaba alegaciones relativas al censo, la ubicación y las medidas preventivas y correctoras propuestas. El Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería informó favorablemente las aclaraciones con fecha 3 de septiembre de 2018. Y el órgano ambiental consideró que disponía de los "elementos de juicio suficientes para realizar la evaluación de impacto ambiental".