Tras más de dos décadas de reivindicaciones, los vecinos de Bermillo de Sayago verán hecha realidad su petición de contar con un paso peatonal en la travesía que va desde la entrada del pueblo desde Fermoselle, por la carretera CL-527, cuyo tramo a su paso por el pueblo no tiene ningún elemento de seguridad para viandantes hasta la posición del Centro de Salud, en un total de 700 metros. Hasta ahora, ninguna de las quejas se había llevado por la vía oficial.

La situación cambió cuando el vecino Pablo Garrido decidió recurrir a distintas instituciones para solventar el problema. En un primer momento, su decisión fue acudir al Ayuntamiento del municipio, el cual no mostró intenciones de buscar una solución efectiva, tal como comenta el propio sayagués. Tras esto, él mismo llevó su solicitud al Servicio Territorial de la Junta de Castilla y León, que, tras estudiar la relevancia del caso, optó por tomar medidas.

Como aspectos adicionales, se habían pedido otras actuaciones como una línea discontinua o bandas sonoras que había con anterioridad, las cuales hacían demasiado ruido; o un resalto, algo inviable por la afluencia de vehículos agrícolas por la travesía, entre otros aspectos como la velocidad limitada de la vía, de 50km/h o la existencia de múltiples garajes y accesos a otras calles en sus márgenes.

Para Garrido, la consecución del propósito es muy positiva, pues "a ciertas horas, los vehículos van muy rápido y es necesario que las instituciones estén pendientes de esas cosas, como el Ayuntamiento, que en otros ámbitos sí ha actuado, pero no se puede tardar tanto en hacer cosas básicas y la política del pueblo tiene que estar más centrada en los ciudadanos, sobre todo ahora que las nuevas tecnologías agilizan los trámites", señala.

Durante los pasados días, los encargados de la realización de la obra ya han acudido al pueblo a inspeccionar la zona, aunque todavía el paso no ha sido pintado en el punto kilométrico 36+750, donde estará situado en un futuro muy cercano. "Significa más seguridad, más tranquilidad, todo el mundo era consciente pero nadie lo había llevado a las instituciones", manifiesta orgulloso el vecino.

No hay que olvidar que la calle Ezequiel Eleno, en el tramo al que se hace referencia, es una zona de paso para numerosos habitantes del municipio, "hay que concienciar de que no es una carretera, y la mayoría de la población que allí vive es mayor, también pasea mucha gente en verano, por lo que los elementos de precaución para los automóviles son necesarios; el barrio de Matadero lo requería", apunta.