El tránsito por el camino rural de Moveros a Brandilanes para el transporte escolar "es un auténtico suicidio que más pronto que tarde traerá consigo algún accidente de tráfico con grave peligro para la vida de los niños y el chofer que conduce el autobús".

Así, contundentes y muy preocupados, se mostraba ayer tanto los padres como vecinos de la zona que cada día ven pasar el autocar por una vía de comunicación que "en la actualidad no ofrece ninguna garantía de seguridad vial, dado su grave estado de conservación, pues la capa de rodadura prácticamente ha desaparecido".

Brandilanes y Moveros, localidades alistanas ambas fronterizas con Portugal (aldeas de Ifanez y Constantim), forman parte del municipio de Fonfría. Antaño, para viajar entre ambas por carretera, la única alternativa era desde Moveros salir a la Nacional 122 y en el cruce de Ceadea girar hacia Zamora para, tras pasar Fornillos, justo antes de llegar a Fonfría (cruce de Castro), salir a la derecha y acceder por la carretera de la Diputación de Zamora a Brandilanes.

La solución para acortar distancias llegó con la construcción de un camino rural asfaltado dentro del Plan de Ordenación de Explotaciones Sayago-Aliste promovido en los años 90 del siglo XX por la Junta y el Ministerio de Agricultura. Pasados alrededor de 25 años la vía prácticamente ya no existe, su mantenimiento oficial depende del Ayuntamiento que carece de fondos para afrontarlo.