Un grupo de portugueses está realizando el Camino de Santiago en bicicleta desde Ledesma hacia Trabanca para continuar por Fermoselle, pasando por Torregamones hacia Puente Pino para terminar en Alcañices. Son tres días de recorrido por una ruta previamente estudiada sobre el mapa y que se pretende explorar con la idea de promover el camino jacobeo desde la provincia de Salamanca hacia la de Zamora por los Arribes del Duero terminando en la capital alistana.

La idea ha partido de Iza Flores Marcos, una escritora y profesora portuguesa con orígenes fermosellanos que a su vez es voluntaria en la Oficina del Peregrino de Santiago de Compostela. El objetivo es ver "la posibilidad de aprovechar el turismo que genera el Camino de Santiago y promocionar una zona tan bonita Haciendo la Vía de la Plata, desde Salamanca por Fermoselle", explica.

Esta "embajadora de Fermoselle" apuesta por iniciativas que frenen "la despoblación que está afectando en general a toda la comarca de Sayago, y esta idea de abrir un camino es un sueño mío desde hace mucho tiempo" explica Iza Flores Marcos. Ese sueño empieza a hacerse realidad con el apoyo de un grupo de amigos portugueses, cuyo lema es "Bicis, cultura y gastronomía", que durante estos días están explorando los caminos para poder recorrer, en bicicleta o andando, el territorio fronterizo desde Salamanca hacia Zamora por el Parque Natural Arribes del Duero, para terminar en el corazón de Aliste.

Tras estudiar previamente el terreno con ayuda de mapas y documentación, analizando la topografía los ciclistas, todos ellos profesionales de distintos ámbitos, realizan una ruta de tres días, que comenzó el jueves desde Ledesma a Fermoselle.

Ayer, tras un encuentro con el alcalde de la villa sayaguesa, Alejandro Fermoselle, los peregrinos en bicicleta continuaron su ruta hasta Torregamones por los escarpados arribanzos, y mañana terminarán en Alcañices.

De la mano de la profesora Iza Flores Marcos, el grupo aprovechará el fin de semana para conocer más detenidamente Fermoselle y su entorno. Los ciclistas y sus familias podrán disfrutar del encanto natural, la historia y la riqueza gastronómica que brinda uno de los rincones más bellos del Parque Natural Arribes del Duero.

Flores Marcos confía en que esta experiencia "pueda atraer a otros ciclistas o senderistas para hacer un camino que merece la pena, discurre por zonas muy bonitas como están comprobando nuestros amigos y ya se sabe que el turismo es un boca a boca que se va transmitiendo".