La celebración del Cristo de Méjico ha vuelto a reunir a los hijos de Fuentelapeña en una de las fiestas imprescindibles en el calendario de este pueblo de la comarca de La Guareña, que muestra gran fervor a la imagen llegada de las Américas. Como es tradicional, el día grande se vivió el domingo, con la misa por la mañana en la iglesia parroquial de Santa María de los Caballeros y la procesión de la tarde. Comenzó a las 5 con la salida del Santísimo Cristo desde la iglesia para recorrer las calles hasta finalizar en la ermita, donde se venera a la imagen durante todo el año.

Un grupo de mujeres de Fuentelapeña, vistiendo la indumentaria tradicional, protagonizó el baile a la puerta de la iglesia para dar inicio a la procesión, que encabezaba el mayordomo y los dos varas con la música de tamborileros de Zamora. Durante el recorrido se realizaron las subastas de los brazos y las sandías (talladas por Claudio Pérez) en dos paradas establecidas, el puente y la puerta de la ermita. Los aproximadamente dos mil euros recaudados se destinarán al mantenimiento de la ermita del Santísimo Cristo.

Ayer era día de concursos y de entrega de premios para poner fin a la fiesta de más devoción en Fuentelapeña.