La cultura del vino hizo escala ayer en Villadepera con la fiesta de la vendimia tradicional. Las viñas de la comarca de Sayago son en cierto modo una musa para los jóvenes enólogos que se interesan por descubrir nuevos horizontes vitivinícolas. Son viñas pequeñas, cuidadas por la gente mayor del pueblo que ha heredado la tradición directamente de padres y abuelos.

Como entonces, este sábado medio centenar de personas pudo conocer el arte de la vendimia "a la vieja usanza". Desde la plaza partió el carro tirado por dos burros y cargado de cestos de mimbre para portar la uva.

Una vez en las viñas, mayores y pequeños recogieron las frutas de la vid hasta completar una cosecha de unos 1.000 kilos de uva. Con el carro cargado, se dirigieron después al "Lagar de Pepe", una construcción de piedra y madera que supone una buena muestra de los viejos lagares de viga y huso. Allí los asistentes pudieron conocer de cerca el proceso de elaboración del vino. Una docena de niños se atrevieron a sentir bajo sus pies la sensación de estar produciendo el mosto. Para no faltar a la tradición, tampoco faltó la música. Cuatro miembros de los conocidos como Tamborileros de Sayago, dos hombres y dos mujeres, amenizaron el pisado y prensado de la uva con el toque tradicional. El vino producido durante la fiesta será empleado para los distintos eventos que se celebren en Villadepera.

El joven enólogo zamorano Alvar de Dios es uno de los impulsores de esta fiesta que organiza el Ayuntamiento y la asociación Fuente Beber.