El Ayuntamiento de Villalpando ha recibido este mes una comunicación del Servicio Territorial de Sanidad en la que se informa que a lo largo del año 2018 se ha venido realizando un seguimiento del agua corriente de la villa obteniendo siempre valores de arsénico o fluoruro por encima de los valores paramétricos, por lo que se declara "agua no apta sine die".

El Ayuntamiento que preside Félix González Ares acata la decisión, pero recuerda que al margen de las analíticas realizadas para el autocontrol de la calidad del agua desde el año 2010, el Consistorio viene realizando desde el episodio de incumplimiento del arsénico detectado el 3 de octubre de 2017, un seguimiento más exhaustivo de los niveles de arsénico y fluoruro mediante sucesivas analíticas en un laboratorio autorizado, sin que en los resultados de ninguna de ellas se superaren los límites permitidos, que se ha garantizado en todo momento el abastecimiento de agua potable con dos potabilizadoras portátiles que se unen a la tercera instalada por la Diputación de Zamora, que se ha tratado de "equilibrar la mezcla del agua procedente de la captación con presencia de fluoruros y de la captación con presencia de arsénico" mediante un sistema de radiofrecuencia, y que con la finalidad de encontrar una solución definitiva, el alcalde consiguió la firma de un convenio con la Diputación para la financiación del 90% de una planta potabilizadora cuya construcción acaba de ser adjudicada, y finalizará antes de que acabe el año.

Además, desde el Ayuntamiento recuerdan que siempre han seguido las instrucciones del Servicio Territorial de Sanidad, comunicando a la población, mediante bandos y en la página web municipal, la restricción en el uso del agua durante los "dos breves periodos de incumplimiento", el primero del 4 al 10 de octubre de 2017, y el segundo del 4 al 16 de enero de 2018.

No obstante, el Ayuntamiento discrepaba con la decisión de mantener la restricción más allá de esos periodos, puesto que entienden que esa medida "debería adoptarse mientras dura la situación de incumplimiento y desaparecer automáticamente cuando dicho incumplimiento se cierra", a la luz de lo dispuesto en el artículo 27 del Real Decreto 140/2014, de 7 de febrero, y en el punto 13 del Programa de Vigilancia Sanitaria del Agua de Consumo Humano de Castilla y León. Sin embargo, aseguran que el Servicio Territorial de Sanidad "se ha opuesto en todo momento al levantamiento de esta medida a pesar de que el Ayuntamiento lo ha intentado de manera machacona y reiterada". Por eso, desde el Gobierno municipal creen que el Servicio seguramente "no ha calibrado las consecuencias" de mantener la restricción, como "molestias para los vecinos y negocios" o "crear cierta alarma social y un lógico malestar".

Por esas razones, "y porque en verano se duplica la población de la localidad"; el Ayuntamiento publicó el 20 de julio de 2018 el bando en el que levantaban la restricción". La reacción Sanidad fue inmediata y el 23 ordenó retirar los bandos.

El alcalde, Félix González Ares, entiende que se pueda discutir esa decisión del Ayuntamiento, pero defiende que "lo que no se puede afirmar, sin conocer la realidad o peor, con ánimo de confundir, es que el Ayuntamiento engañara o mintiera a la población". Así, el regidor argumenta que desde el 4 de enero de 2018 el agua de Villalpando figuraba como apta en el SINAC, "que es el único medio oficial, público y fiable donde se recoge el estado de todas las redes públicas de abastecimiento a la población", que cuando se publicó el bando las únicas analíticas de las que disponía el Consistorio eran las que se encargaron a un laboratorio privado, porque "el Servicio Territorial no había facilitado los resultados de sus analíticas hasta el 9 de agosto, cuando se comunica al Ayuntamiento el incumplimiento de los niveles de fluoruros": Antes, solo habían aportado las del 3 de octubre y 3 de enero.

Félix González insiste en que si las analíticas realizadas por el Servicio Territorial de Sanidad del 20 de julio hubieran revelado valores por encima de lo permitido, deberían haberse comunicado al Ayuntamiento y publicado en el SINAC, y además esgrime que el mismo 2 de agosto de 2018, los técnicos del Servicio Territorial levantan acta en el Ayuntamiento declarando que el agua de Villalpando como "agua apta para el consumo" pero recomendando "el uso moderado de dicho agua para boca", dado que los valores de fluoruros y arsénicos se encontraban en los límites de no aptitud.

El regidor villalpandino cree que siempre actuó con transparencia y cautela, a pesar de lo cual hay "unos pocos empeñados en confundir, desinformar y manipular a la población", por lo que, atendiendo a la petición de algunos vecinos, considera "muy conveniente" celebrar una reunión en el Ayuntamiento para informar con veracidad sobre la situación real de la calidad del agua en Villalpando, y que acudan los técnicos que el Servicio Territorial de Sanidad considere.