La Nacional 122 se cobraba en ayer la vida de una mujer de 37 años, que moría tras salirse de la calzada el turismo en el que viajaba junto a su hijo, de 7 años, que resultó herido de gravedad. El siniestro se produjo pocos minutos antes de las nueve de la mañana a las afueras de la capital, cerca del desvío a Valdeperdices, concretamente en el kilómetro 470 en sentido Portugal.

Otros conductores que encontraron el vehículo volcado fuera de la carretera avisaron al Servicio de Emergencias 1-1-2, que a su vez envió a los bomberos, puesto que no se podían abrir las puertas del vehículo, y a dos ambulancias. Los médicos ya no pudieron hacer nada por la vida de la conductora, pero sí por la del menor, que fue trasladado en UVI móvil al Hospital Virgen de la Concha de Zamora, donde aún se recupera de las graves consecuencias del accidente.

La finada, María Ángeles Rábano Fernández, era vecina de Granja de Moreruela, donde era una persona muy conocida y popular puesto que regentaba uno de los establecimientos hosteleros de este municipio terracampino, el bar La Espiga, que María Ángeles y su actual pareja decidieron reabrir hace poco más de un año.

La trágica muerte de esta granjeña consternó a su pueblo, donde acababan de comenzar las fiestas del Cristo del Amparo. La Corporación Municipal se reunió en cuanto la noticia comenzó a llegar a la localidad, en la misma mañana de ayer, para decretar el luto oficial en Granja de Moreruela y suspender todos los actos previstos para este fin de semana. Nadie tiene ganas de fiesta en un pueblo donde todos se conocen y donde una buena parte de la población tiene lazos familiares con la mujer fallecida.

Aunque nacida en Francia, María Ángeles desciende de Granja tanto por línea paterna como por línea materna, y recientemente había regresado al pueblo de sus orígenes. Su vida terminó en la carretera cuando viajaba a Portugal para recoger a su hijo mayor, de 17 años, que tras pasar parte del verano en el país luso pretendía volver al pueblo de su madre para disfrutar de las fiestas. La acompañaba su hijo pequeño, que tenía que jugar un partido de fútbol en Zamora.

Aunque se desconocen las circunstancias concretas que llevaron al coche de María Ángeles a salirse de la calzada, el de ayer no es el primer accidente mortal que ocurre en esta carretera en los últimos años. La Nacional 122 entre Zamora y Portugal es una de las vías de la provincia de Zamora con mayor siniestralidad, debido al gran tráfico que soporta desde que la apertura del túnel de Marao, en Portugal, hiciera de esta carretera la conexión más rápida entre Europa y el norte del país luso, y por eso los usuarios habituales y los vecinos de Aliste y de Tierra del Pan están pendientes de su reconversión en autovía.