En un mundo que atiende expectante a la creación de la nueva Ruta de la Seda con la que China busca expandir sus productos hasta el último confín de la Tierra podría parecer insignificante la iniciativa comercial que se estrena hoy en Venialbo. Pero no lo es para aquellos vecinos de los pueblos de Zamora que ven como, uno a uno, han ido cerrado sus tradicionales comercios de ultramarinos dejándoles sin apenas posibilidades para acceder diariamente a una cesta de la compra.

La falta de servicios básicos en la provincia es cada vez más notoria, ya sea en el ámbito de la sanidad, de las telecomunicaciones o en el comercial. Ante esa falta de interés y de inversión, el mundo rural atraviesa un declive que en ocasiones solo parece repuntar por iniciativas individuales como la que hoy emprenden Diego y Rheyna. Los dueños del único supermercado establecido en Venialbo inauguran este viernes una ruta de taxi que atenderá a los habitantes de Cuelgamures, Fuentespreadas y El Piñero. Este servicio se prestará todos los martes y viernes -excepto festivos- para que aquellos vecinos que no disponen de vehículo -en su mayoría personas de avanzada edad- puedan hacer la compra.

"La iniciativa surge por el cierre de las tiendas de los pueblos cercanos. También en Venialbo desde la tienda veía a gente mayor esperando a familiares para que les trajesen la compra. Entonces me dije que había que dar servicio a ese nicho de población desfavorecido", explica Diego desde el teléfono del supermercado que atiende mañana y tarde, de lunes a sábado, desde que lo abrió en enero de este año.

La ruta comenzará a las 10 horas en Cuelgamures. Los vecinos que deseen acceder a este servicio deberán esperar al taxi en las paradas de viajeros de cada localidad. Tras pasar por Cuelgamures el trayecto seguirá hasta Fuentespreadas, donde se establecerá la parada a las 10.10 horas. Solo 10 minutos después pasará por El Piñero y llegará al supermercado de Venialbo a las 10.30 horas. Una vez realizada la compra, el taxista devolverá a los viajeros a sus respectivas casas. El servicio "puerta a puerta" tendrá un coste de 2 euros, ida y vuelta incluida.

La alta demanda ya se ha hecho notar en los días previos y todo apunta a que la respuesta será satisfactoria. Como recuerda Diego, de no existir servicios como estos, las personas mayores se verían abocadas a viajar hasta Zamora en autobús y pasar toda la mañana de compras para regresar cargados de bolsas hasta el pueblo. Eso, o quedar a merced de los vendedores ambulantes que, en el mejor de los casos, visitan cada pueblo una vez a la semana.

La innovadora ruta tiene un evidente objetivo comercial, como el propio dueño reconoce, pero la visión del negocio va más allá y trata de revitalizar un mundo rural en decadencia. En este sentido, Diego y Rheyna trabajan codo con codo con productores locales que les proporcionan verduras y legumbres cultivadas en la tierra zamorana. Una apuesta por el consumo de productos "kilómetro cero" que causa furor en las grandes urbes pero que en Venialbo supone que un padre desempleado de 50 años pueda, con la pequeña producción de su huerto, comprar los libros de texto para su hija.

A la espera de conocer el impacto que pueda tener esta innovadora ruta de taxi, Diego ya piensa en establecer otro servicio paralelo que una el establecimiento con los pueblos de Argujillo y San Miguel de la Ribera, donde está a punto de desaparecer el único comercio del pueblo. Una particular Ruta de la Seda en la Tierra del Vino que, más que buscar la expansión comercial, lucha por mantener vivo el mundo rural.