Las concentraciones parcelarias de Pereruela, en Sayago, de Cerezal de Aliste y de Villaflor, en el municipio de Muelas del Pan, y de Quintana de Sanabria, uno de los anejos de Cobreros, están más cerca de llegar al fin del proceso después de que el Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León diera ayer luz verde a la contratación de las obras de infraestructura rural en las zonas concentradas.

La zona de concentración parcelaria de Pereruela tiene 2.485 hectáreas de superficie que pertenecen a 403 agricultores. El presupuesto previsto para las infraestructuras es de 1.278.790 euros, con los que se van a ejecutar más de 77 kilómetros de caminos y 5,2 kilómetros de desagües, además de recuperar ambientalmente la zona mediante la restauración y recuperación de fuentes públicas, la restauración de paredes de mampostería singulares y la recuperación de canteras de obra, además de diversas plantaciones arbóreas. La concentración permitirá pasar de las 3.675 fincas iniciales, 9,12 parcelas de 0,68 hectáreas de media por propietario, a las 926 fincas, con 2,30 parcelas por propietario y una superficie media de 2,68 hectáreas.

Las zonas de concentración parcelaria de Cerezal de Aliste y Villaflor suman 2.323 hectáreas, donde se van a invertir 873.647 euros que permitirán ejecutar 78 kilómetros de caminos, además de la restauración de las canteras de obra y la plantación de especies arbóreas propias de la zona. Las 6.603 fincas, que pertenecen a 292 propietarios, tenían un tamaño medio de 0,35 hectáreas antes de la concentración, y tras el proceso habrá 1.025 fincas de reemplazo con un tamaño medio de 2,26 hectáreas, o sea seis veces más grandes.

En la zona de concentración parcelaria de Quintana de Sanabria se van a invertir 376.272 euros. Con estos fondos se va a ejecutar, en esta zona de 399 hectáreas, una red de caminos de 27,6 kilómetros de caminos, además de restaurar fuentes, construir un área recreativa, restaurar las canteras de obra, reconstruir paredes de piedra singulares y plantar árboles. Los 420 propietarios aportan al proceso 5.778 parcelas, con una superficie media de 0,10 hectáreas, que se convertirán en 823 fincas con un tamaño medio de 0,68 hectáreas, casi siete veces más grandes.