La Brigada de Investigación de Incendios Forestales BIIF, formada exclusivamente por agentes medioambientales de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, ha determinado que la causa del incendio originado el pasado viernes día 7 de septiembre en el termino municipal de Villalcampo, dentro del Parque Natural de los Arribes del Duero, fue un rayo.

Una llamada al 112 daba esa noche la voz de alarma del inicio del incendio, que era visible desde la carretera que une Ricobayo de Alba con Miranda do Douro (Portugal) cruzando el río Duero y el Salto Hidroeléctrico de Iberdrola. Eran las 22:50 horas y el pueblo estaba muy concurrido, ya que Villalcampo iniciaba justamente ese día la semana de fiestas en honor a Nuestra Señora la Virgen de la Encarnación y el Sagrado Corazón de Jesús.

El incipiente fuego que comenzaba a arder en ese momento era muy difícil de localizar por parte de los puestos de vigilancia más cercanos que operan de noche: el de Villarino Tras la Sierra, en Santa Ana y el refugio de Sierra de la Culebra, cercano a Las Torres de Aliste, de ahí que la llamada a Emergencia Castilla y León fuera importantísima y desde el minuto uno los medios de extinción de Medio Ambiente, tanto humamos como mecánicos, se movilizaron hasta ese lugar. Sus peores enemigos fueron la caída de la noche y lo abrupto del terreno, de ahí que no pudiera darse por controlado hasta 20 horas después, concretamente a las 18:50 horas del sábado 8.

El sábado por la mañana y mientras los medios de extinción trataban de evitar el avance de las llamas, los Agentes Medioambientales de la BIIF se desplazaron hasta el lugar del siniestro, y entre las 9:00 y las 11:00 horas, ya consiguieron esclarecer bastantes hechos, descartando la intencionalidad del incendio, ya que el punto de inicio estaba a más de cinco kilómetros del núcleo de población más cercano y no había caminos de acceso hasta dicho lugar.

Tampoco la hora de inicio del fuego forestal era la más indicada. Este mismo equipo de investigación de la BIIF se desplazó hasta Villalcampo el lunes 10, estando en la zona entre las 10:00 y las 13:00 horas y llegando hasta el punto exacto donde nació el fuego, confirmando que su origen no fue la mano del hombre si no la fuerza de la naturaleza: más concretamente un rayo. Se trata de un espacio de difícil acceso y con muchas paredes de piedra a donde no pudieron acceder ni los bulldozer para abrir cortafuegos.

Este verano, que no ha sido demasiado caluroso, pasará a la historia como uno de los estíos con más rayos caídos. En Aliste ya causaron otro fuego en Villarino.