D. B.

La Alianza UPA-COAG mantiene su campaña de denuncia de lo que considera un aumento "desorbitado" en los precios que se están cobrando a los agricultores de la región por los fertilizantes. Cuando se acerca el abono de sementera habitual en esta época del año, la Alianza mantiene que a los agricultores de Castilla y León se les está pidiendo un precio que oscila entre los 305 y 390 euros por tonelada. Estas cifras suponen un incremento de entre el 12 y el 40 % si se compara con los 270 euros por tonelada que se pagaban en la campaña pasada en estas fechas, según señala UPA-COAG en una nota informativa.

La Alianza tacha a los fabricantes de actuar como un "monopolio" y estima que el precio de los abonos de sementera alcanzará el valor de los 800 primeros kilos de producción de trigo por cada hectárea. Si a eso se suma el abono de primavera que se suministra en febrero, en opinión de la organización, los agricultores se verán obligados a producir "al menos 1.200 kilos por hectárea solo para pagar los fertilizantes de la campaña".

Por este motivo cargan contra la actuación de la industria de abonos y la acusan de "especular" y de "imponer" unos precios "desorbitados" a un producto que es crucial en la productividad de las explotaciones agrarias. En esa línea, lamenta que dadas las circunstancias los agricultores no tienen otra posibilidad más que asumir los precios "abusivos".

Ante esta situación, la organización hace un llamamiento a los agricultores de Castilla y León para que controlen la aplicación de abonos en función de la necesitad del terreno para no aplicar "más unidades de las necesarias". También aconsejan a los agricultores que realicen análisis en sus terrenos, recordando que incluso en algunos casos son gratuitos, para que la aplicación de los mismos sea lo más ajustada posible a cada necesidad.