María Domínguez Fidalgo y José Domínguez, una familia de emigrantes alistanos residentes en Madrid, perdieron la vivienda heredada de sus antepasados en el pueblo de Viñas en un incendio surgido en la tarde del pasado lunes, que por lo menos no dejó heridos. Una de las hipótesis que se barajan como origen del fuego es la de un cortocircuito eléctrico.

La dueña de la casa, María, es de Viñas, y su marido, José, de Moldones, pueblo este último donde también tienen otra casa que es la que más utilizan. La última vez el pasado fin de semana.

La rápida actuación de los efectivos del Parque Comarcal de Bomberos Voluntarios de la mancomunidad de Servicios "Tierras de Aliste", ubicado en el término municipal de San Vitero, y de los trabajadores de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, junto a la ayuda de los propios vecinos de Viña, evitó que el fuego se propagara a las casa colindantes de Antonio Nistal y José Antonio Martín, o que incluso se extendiera a otras partes del casco urbano. También colaboraron en las tareas de extinción el alcalde de Viñas, Bernardo Casado Fernández, y el regidor de Trabazos, Javier Faúndez. Asimismo acudieron algunos vecinos del pueblo de San Blas a colaborar junto a los de viñas. Fueron los propios paisanos los que iniciaron la extinción con las bocas de riego del pueblo situadas en la calle Calvo Sotelo.

Los bomberos de Tierras de Aliste desplazaron hasta Viñas el trailer nodriza adquirido este año que permite suministrar alrededor de 34.000 litros de agua a la maquinaria de extinción sin tener que abandonar el lugar del fuego, reduciendo así los tiempos de actuación y aumentando la eficacia del dispositivo.

Bernardo Casado, alcalde de Viñas, destaca y agradece la colaboración vecinal y la actuación de todos los profesionales, a la vez que señala que «la casa ha quedó totalmente destruida, para derribar, solo han quedado las paredes en pie e igual algunas están dañadas. Solo pudimos salvar un antiguo reloj y antiguas vajillas».

El parque comarcal de bomberos está preparado para actuar en la extinción tanto de los fuegos forestales, habituales en la época estival,como los incendios que se puedan producir en los cascos urbanos de los pueblos alistanos el resto del año.