"Zamora no puede ser una pocilga". Las voces contra las producciones ganaderas intensivas de carácter industrial -las macrogranjas porcinas que proyectan instalarse en la provincia-, vuelven a alzarse en el medio rural. Ayer fue Tábara el epicentro de las protestas impulsadas por plataformas ciudadanas de las comarcas de Tábara, Alba o Tierra de Campos. En la plaza se concentraron vecinos del Tábara, Pozuelo, Santa Eulalia, Faramontanos o Carbajales de Alba, apoyados por organizaciones como Ecologistas en Acción, afectados por proyectos que, denuncian, "van a comprometer el futuro de nuestros pueblos".

"La España vacía no quiere llenarse de cerdos" anunciaba una de las muchas pancartas que se exhibieron en la concentración celebrada Tábara, donde un proyecto de cogeneración ha encendido una nueva alarma entre las plataformas contra las macrogranjas. Y todo ello porque la instalación, que supondría la compra de 25 hectáreas, integraría "una planta de combustión de biomasa, dos granjas con cabida para 10.000 cerdos (con una producción anual de 25.000) y un invernadero inteligente para el cultivo de orquídeas". Según los datos hechos públicos ayer, los promotores han anunciado la creación de 120 puestos de trabajo, "permanentes o semipermanentes, con una inversión de 10,5 millones de euros".

"Hay que estar atentos para que no nos den gato por liebre, pues se trata de un proyecto demasiado ambicioso y demasiado perfecto para ser verdad" expresó una portavoz de la Asociación Pueblos Unidos de la Comarca de Tábara, que emplazó al pueblo tabarés a "exigir información sobre este proyecto y reclamar transparencia para tomar decisiones de manera informada".

Fuentes vecinales han apuntado que, de momento, "se está en periodo de información, no se ha tomado ninguna decisión, solo han venido desde la empresa a hablar con los 22 propietarios de los terrenos que les interesarían y lo que queremos es que, si sale adelante, todo se haga con las garantías necesarias, sabiendo que no va a ser perjudicial para el pueblo y que se cumplan los compromisos de que es un proyecto limpio y que va a generar riqueza".

Lo cierto es que ayer esta gran inversión que se anuncia para Tábara acaparó buena parte del protagonismo de la protesta que congregó a unas trescientas personas en la cabecera de la comarca. Un acto en el que los asistentes volvieron a expresar su preocupación por la proliferación de proyectos "que no son sostenibles (económica y medioambientalmente) y van a enterrar a los pueblos; condenarán su futuro en lugar de salvarlo y destruirán espacios de Zamora con un gran valor natural".

"Lo que a todos nos afecta debe ser decidido por todos", "Tierra de olor no es tierra de sabor", "queremos más agua, no purines" o "No más cerdos, sobran chorizos" se podía leer entre el mar de pancartas que poblaban una concentración donde se exigió "una moratoria en la concesión de autorizaciones para desarrollar nuevos proyectos a fin de poder realizar un estudio de evaluación de impacto ambiental de las instalaciones ya existentes".

Las protestas vecinales no van a parar. Tras las concentraciones en Faramontanos, Pozuelo, Cerecinos de Campos o Tábara, la siguiente manifestación llegará a Zamora en día 13 de octubre, desde la Subdelegación del Gobierno hasta la Delegación de la Junta. "Queremos que vengan ciudadanos de toda la Comunidad" anunciaron ayer en la plaza de Tábara. Antes de esta marcha en la capital, está prevista una reunión con el subdelegado del Gobierno, el 11 de septiembre. "Necesitamos el amparo de las instituciones, que nos tienen abandonados; tienen que escuchar al pueblo". Y ese grito reclama, de entrada, la "paralización inmediata de las granjas de Faramontanos y Pozuelo. Los ayuntamientos pueden oponerse a este tipo de proyectos con ordenanzas municipales para declarar los municipios libres de purines".

Entre los asistentes hubo quien incidió en la escasa participación de "vecinos" de los pueblos. "La mayoría son veraneantes".