La filosofía está clara: Sanzoles y Venialbo quieren sumar y por eso van a reforzar sus lazos de unión, que ya son muchos. Municipios lindantes, siempre se han mirado de frente y aunque la camaradería a veces provoca roces, estos se han solventado sin meter ruido, como se debe. Ahora, los alcaldes de estos municipios: María Mulas Cecilio y Jesús Vara Colino pretenden ir aún más allá y por eso han acordado hermanar los dos pueblos. El primer objetivo, sin duda, va a ser impulsar un reconocimiento conjunto para el Baile del Niño, que se oficia en ambos pueblos el día 26 y el 27 de diciembre. Hay expertos en el estudio de la música y las celebraciones festivas, como José Manuel González Matellán, que ya han puesto la meta: lograr la declaración de Patrimonio de la Humanidad.

El acto de hermanamiento se llevará a cabo este sábado, precisamente coincidiendo con la escenificación del Baile del Niño de ambos pueblos y la inauguración del Museo del Zangarrón que se oficia en Sanzoles. En principio, el paso de intensificar las relaciones entre los dos pueblos, que ya tienen muchas cosas y servicios en común, ha sido adoptada por los máximos ediles. Una vez se concrete la firma del acuerdo, éste tendrá que ser aprobado por las dos corporaciones municipales.

Sanzoles y Venialbo siempre han estado unidos. De hecho sus términos municipales se abrazan por varios sitios y son muchos los propietarios de tierras de uno y otro pueblo que tienen parcelas en la delimitación administrativa que no es la suya (cuestión de normas). Pertenecen a la comarca de Tierra del Vino y los dos compiten por elaborar los mejores vinos tintos y blancos. En la época medieval los "malvasías" que se criaban en la zona competían con todas las de ganar con los que se vendían en los despachos imperiales abiertos en Zamora capital. Más de una amenaza de la justicia de la época hubo porque los consumidores iban a comprar a Tierra del Vino y no a las tiendas del emperador.

Jesús Vara y María Mulas mantienen que "todo lo que sea sumar es positivo". Y se comprometen a intensificar aún más las relaciones entre los dos pueblos, que tienen en las mascaradas de invierno una de sus principales señas de identidad. Sanzoles celebra el Zangarrón (fiesta de interés regional) el 26 de diciembre y Venialbo el Baile del Niño (que opta a la misma declaración) al día siguiente.

Precisamente ahora tienen un "negocio" en común, promocionar el Baile del Niño que se ejecuta en los dos pueblos con una parafernalia similar. José Manuel González Matellán, que ha estudiado a fondo la música y las celebraciones festivas más singulares de España, resalta la importancia de esta danza, que identifica con sones greco-romanos. Ahí está la importancia de una danza que ha pervivido en el tiempo, con un ritmo marcado por la flauta y el tamboril que puede estar relacionado con el que movía a las legiones romanas cuando avanzaban a campo abierto.

Sanzoles y Venialbo comparten servicios sanitarios, también secretario municipal y hasta cura-párroco. Por eso no es difícil imaginar que la colaboración vaya a más. "Tenemos -apunta Jesús Vara- que promocionar las dos mascaradas como si fuera una sola. Así los visitantes podrán conocer las dos manifestaciones populares".

El sábado, danzantes de ambos pueblos harán una exhibición del Baile del Niño. En el caso de Venialbo "actuarán solo unas pocas parejas porque es muy difícil reunir a todas en el mes de agosto" y los danzantes de Sanzoles lo harán al completo. Vecinos de ambos pueblos volverán a sentir la magia de la escenificación de un baile y una música ancestrales. Los visitantes descubrirán un mundo mágico donde nada es lo que parece, todo trasciende a lo que se ve a simple vista.