Villamor de los Escuderos se vistió de torería para celebrar la vuelta de Alberto Durán a un coso zamorano y que mejor lugar que en casa en un mano a mano en el que mostró su calidad frente a las reses. Iba a hacerlo acompañado de Miguel Abellán pero la baja de última hora de Cayetano en una corrida en Cuenca llevó al diestro madrileño a sustituirle en tierras castellano manchegas. No se quedó Durán solo ya que Finito de Córdoba celebró el mano a mano con el zamorano con unos astados que no dieron todo el juego deseado por los espectadores pero que brindaron algunos momentos de gran emoción en el coso de La Guareña.

Comenzó la faena Finito de Córdoba con un toro al que hubo que sacarle cada capotazo y al que consiguió rematar de una estocada para llevarse la primera oreja de la tarde.

La plaza estalló en aplausos cuando volvió a ver al diestro zamorano en acción con un toro que permaneció más en el suelo que de pie, lo que impidió a Alberto Durán mostrar su mejor versión aunque el Villamor de los Escuderos estuvo certero en el tercio de muerte y consiguió llevarse la ovación de toda la plaza de su localidad natal.

Las reses de la ganadería de Lorenzo Rodríguez Espioja fueron mejorando con el paso de la tarde y Finito de Córdoba pudo brindarle una gran faena al respetable cortando las dos orejas y poniendo el listón muy alto a su compañero de faena.

No defraudó Alberto Durán en el último astado, el de mayor tamaño, pese a que al toro le faltó bravura en algunos compases. El zamorano recibió, por fin, su merecido premio al cortar las dos orejas tras su actuación.

Se quedó Villamor con ganas de más y pidieron el sobrero para completar una tarde torera con el diestro de la casa.

La suerte quiso que con el sobrero llegase la gloria para Durán porque el último fue el mejor de la tarde. Tal es así que tras este astado le correspondieron finalmente con dosorejas y el rabo, lo que llevó al éxtasis a la plaza.

El de casa quiso dedicarle el sobrero a su padre.

La faena concluyó por tanto con cuatro orejas y un rabo para Alberto Durán y tres orejas para Finito de Córdoba.

La entrada en la plaza de Villamor registró una ocupación de las tres cuartas partes de las localidades.