El Ayuntamiento de Ferreras de Arriba iniciará el estudio de los cuatro castros del término local para incoar un expediente de declaración de Bien de Interés Cultural. El historiador y arqueólogo Román Rodríguez Calleja presentó a los vecinos su ponencia "Pasado, presente y futuro de los castros de Ferreras de Arriba", en consonancia con la preparación de su doctorado sobre la Edad del Hierro en Zamora y valle del Duero. Para el experto que ha realizado un análisis previo, "la primera impresión es muy positiva" por la existencias de partes de muralla consistentes y de una conservación significativa.

La alcaldía se decanta por el nivel máximo de protección Bien de Interés Cultural, frente a las otras dos opciones posibles como Bienes incluidos en el inventario del Patrimonio de Castilla y León, y Bienes Integrantes de Patrimonio Cultural de Castilla y León.

El punto de partida es saber el estado de conservación de las cuatro castros invadidos por la maleza y por la ausencia de materiales previos de estudio, salvo la catalogación de Esparza sobre los castros del noroeste de la provincia de Zamora, que salvo casos puntuales consistió en una enumeración de los yacimientos.

El análisis preliminar se ha centrado en los yacimientos castreños de El Castro, La Lleira, Peña Valdemera y El Castillán. Especialmente importante es el Castillán desde el que se establece una conexión visual con los otros tres recintos amurallados, y sería determinante que se pudiera establecer la intercoetaneidad histórica del conjunto.

De manera pormenorizada, Román Rodríguez Calleja expuso a los vecinos el estado de conservación de cada una de las construcciones. El yacimiento de El Castro sufrió daños irreparables con la construcción de un cortafuegos sobre el yacimiento declarado y protegido. Este hecho permitió aflorar a la superficie, con el movimiento de tierras, materiales del subsuelo, como cerámicas y piedras trabajadas. Se aprecian en la muralla construcciones a modo de torreón de formas circulares.

El castro de La Lleira sufrió un deterioro similar en su recinto amurallado como consecuencia de las obras de colocación de una antena y un repetidor. Con anterioridad el yacimiento sufrió la alteración por los trabajos de reforestación con monocultivo de pino a instancias de la Consejería de Medio Ambiente, como aportaron a la conferencia vecinos del pueblo, conocedores de su patrimonio.

El tercer Castro Peña Valdemera ocupa una amplia extensión y está rodeado de cortafuegos, además de presentar derrumbes en varios sitios.

El más importante del conjunto castreño es El Castillán que presenta una disposición atípica en terrazas y muralla, donde cada escalón se cierra en muralla "además de haber espacios de habitación -de ocupación humana- en cada terrazas". El estado de conservación y su datación no se sabrá con exactitud hasta que se limpien y desbrocen los yacimientos, aunque posiblemente se trate de construcción de entre los años 700 y 800 antes de Cristo.

La propuesta de estudio presentaba y aprobada por la corporación de Ferreras de Arriba consistirá en primer lugar, en el desbroce general para realizar un prospección del conjunto del yacimiento, además de realizar el reconocimiento de estructuras constructivas y cultura material, de básicamente de cerámicas, piedras de molino.

En segundo lugar se hará una prospección magnética de las estructuras habitacionales, que permitirá determinar si hay hogares, fuego, trabajos de metal, que orientaría sobre su ocupación. Por último, se realizará una fotogrametría con dron, para desarrollar una microtopografía en 3D.

Con el resultado de todas estas pruebas, el arqueólogo presentará un informe con sus conclusiones. El castro de "El Castillán" marca el elemento "diferenciador" a priori para Román Rodríguez respecto a la arquitectura castreña catalogada en la Sierra de la Culebra, donde "hay muy poco excavado".

El Ayuntamiento de Ferreras quiere poner en valor el patrimonio arqueológico como fuente de interés turístico y de recurso económico, en consonancia con el patrimonio etnográfico de los corrales pastoriles.

La intervención del arqueólogo ilusionó a los vecinos, expertos conocedores de los castros, y expectantes de su datación histórica y valor patrimonial. Ayuntamiento y arqueólogo han pedido la colaboración de los vecinos que hayan encontrado accidentalmente piezas, especialmente cerámicas y molinos de mano, que permiten datar el yacimiento.