Los hijos de Inocencio Alonso García descubrieron las placas de la fuente del pilón y de la calle que lleva desde ayer el nombre del agente vasco fallecido en Bilbao en acto de servicio

La memoria del ertzaina Inocencio Alonso García seguirá viva unida a su vocación de servicio público pero esta vez en el pilón de Las Hedradas, donde vigilará las batallas de agua de los niños de su pueblo, en el que nació hace 51 años y donde sus cenizas reposan desde ayer. Los hijos de Inocencio Alonso descubrieron la placa del pilón dedicada a su memoria y la placa en el ramal de la calle de San Pedro, en la casa natal, que desde ayer cambia su nombre por su reconocido paisano.

En una ceremonia emotiva y recogida, familiares, amigos, autoridades, compañeros del cuerpo y vecinos tributaron el homenaje merecido a "una buena persona" con vocación de servicio público. Poco después de las siete de la tarde unas 250 personas se congregaron en la calle de San Pedro para asistir a la misa de campaña, primera que se celebra en la historia local de Las Hedradas, oficiada por el párroco Jorge Flórez. Ante el altar, las cenizas de "Ino" con su chapela y sus distintivos oyendo el agua del pilón lleno de flores.

Junto con sus familiares asistieron además de los miembros de la corporación de Lubián, con su alcalde Felipe Lubián, a la cabeza asistieron el alcalde de Ermua Juan Carlos Abascal, y el Jefe de la Brigada Móvil de la Ertzaintza, Josu Mayor. Hasta Las Hedradas se desplazaron amigos de Ermua y compañeros del sindicato ESAN de la Ertzaintza.

Una representación de la banda de gaitas As Portelas abría la ceremonia interpretando "San Benito" que haría enmudecer por unos momentos el agua del pilón. El padre Flórez reconfortó a los familiares ante la mezcla de tristeza, recuerdos "pero también de alegría por el deber cumplido, por el servicio cumplido y de la mejor manera posible".

La muerte de este ertzaina sanabrés se vivió con dolor en los pueblos de la Alta Sanabria, especialmente sentida porque "uno de los nuestros ha fallecido". Recalcó su decisión de "dedicar su vida a ser un policía autonómico vasco", unido a "su vocación de servicio".

La concejala y prima de Inocencio, Estrella Alonso, al finalizar la misa, trasladó el agradecimiento de la familia, de sus hijos, muy emocionados, tras descubrir la placa del pilón, en recuerdo "a las batallitas de agua". La banda culminó el momento con la interpretación de "Amazing Grace".

Alcaldes

El alcalde de Ermua, Juan Carlos Abascal, incidió en la innegable vocación de servicio público de este ertzaina que estuvo en el dispostivo de la Ertzaintza cuando ocurrió el accidente aéreo más grave ocurrido en el País Vasco, en el monte Oiz, donde se produjeron 148 fallecidos "y allí estaba Inocencio". Abascal se refirió a "las personas que hemos tenido que vivir cara a cara con el terrorismo y que gracias a personas como Inocencio nos han permitido estar algo más tranquilos". Pero si algo quiso enfatizar el alcalde de Ermua fue de este sanabrés fue su condición de "ser muy buena persona".

El alcalde de Lubián, Felipe Lubián, recordó que en el municipio casi nunca se han cambiado los nombres de las calles, salvo la del médico de los pobres fusilado en la tapia del cementerio de Zamora, Manuel Fábrega, y ésta dedicada al agente vasco. Dijo una frase magistral al afirmar que "la historia de nuestros pueblos la hacemos las personas normales. La escribimos son letras". Calificó a Inocencio Alonso de un "dinamizador" no solo en las batallas de aguas con los niños sino en las actividades físicas que se organizaban en verano, como la caminata del Camino de Santiago "en el camino Mozárabe" y del día de la Bici".

Al finalizar el acto, los compañeros del sindicato ESAN recordaban que han solicitado al Ayuntamiento de Bilbao poner el nombre de su compañero a la plaza frente al campo de fútbol de Bilbao, donde cayó en acto de servicio. La petición formulada el pasado mes de mayo, no ha tenido contestación hasta ahora.