El Ayuntamiento de Puebla ha intensificado en estas semanas la colocación de los elementos urbanos en diferentes barrios y calles para concienciar a los residentes y visitantes de la necesidad de mantener limpio y cuidado el espacio urbano. La actuación se enmarca en la primera fase de un programa "Contribuye con un gesto", que se implantará a medio plazo para, que aúna el mantener limpio, reciclar y clasificar los residuos, como precisa el técnico de Medio Ambiente del Ayuntamiento, Javier Franco Sanabria. Esta campaña tiene vida propia y elementos singulares, como los 17 modelos de la cartelería diseñados por el dibujante Miguel Ángel Castro, con ilustraciones y mensajes dirigidos al usuario de la vía pública.

La primera actuación culminada en estos días de máxima afluencia de verano va enfocada a la recogida de excrementos de animales domésticos, por parte de sus dueños, y los pequeños residuos altamente contaminantes como colillas de cigarros, chicles, cáscaras de pipas. Con esta finalidad se han ampliado el número de papeleras, que comenzaron a implementarse desde el invierno, y se han instalado ceniceros en papeleras y expendedores de bolsas.

En total se han instalado 10 ceniceros en el conjunto Histórico integrados en las papeleras, 17 dispensadores de bolsas y sustitución de papeleras por otras de mayor capacidad. En el plan se ha analizado las necesidades concretas de cada zona, así en el casco antiguo había una carencia de ceniceros, mientras que en el parque infantil había más residuos del tipo "cáscara de pipa". Cada mensaje es también propio para un espacio como "¿Necesitas una señal para usar la papelera?", "Seguro que lo haces sin querer. Cuida la Puebla". La diversificación de Ilustraciones y mensajes de los 75 carteles instalados en papeleras y contenedores además de divertir, invitan a pensar en los residuos.

La campaña también busca el reciclaje con mensajes en los contenedores para que cada residuo se coloque en su recinto correspondiente. Así en orgánicos habrá un cartel de "un brik tarda en desaparecer 30 años. Ir al contenedor es un minuto", o los 50 años de una lata.